Entre los argumentos del recorte de calificación se encuentran las condiciones adversas a las que se enfrenta el negocio bancario en un entorno macroeconómico de recesión o el rápido deterioro que está sufriendo la mora. Además, desde hace meses las entidades no encuentran acceso a los mercados de capitales, aunque tengan solucionada su financiación gracias a la barra libre de liquidez.
La acción de Moody's es el resultado de un proceso iniciado en febrero de 2012, cuando decidió revisar la solvencia de todos los bancos europeos ante "el adverso y prolongado efecto de la crisis en la zona euro y el deterioro de los ráting de varios gobiernos europeos". El martes, Moody's rebajó la calificación a 26 bancos italianos, una decisión que no ha sentado precisamente bien en el sector y que han calificado de "irresponsable" dada la coyuntura actual.
La disminución de los ráting de los bancos españoles llega en un momento muy delicado, justo después de que el Gobierno haya anunciado la nacionalización parcial de Bankia y un nuevo decreto para exigir a las entidades un aumento de las provisiones ante posibles pérdidas en el sector inmobiliario. Además, Standard & Poor's ya asestó un duro golpe a las entidades españolas hace sólo dos semanas y dejó a varias de éstas en niveles de bono basura. Y de nuevo amenaza con pronunciarse de nuevo a finales de mes.