Esta emisión es fruto de la confianza que ahora genera la economía española, así como una renovada confianza en el país.
El interés del bono a 10 años ha rozado niveles nunca vistos, en el entorno del 2%. Y la rentabilidad del papel a corto plazo --letras a tres meses-- llegaba la semana pasada a tocar cifras negativas en el mercado secundario.
Los analistas y expertos aseguran que la deuda española se ha convertido en una de las más atractivas de Europa y que podrían pasar muchos años hasta que el Tesoro encontrara otra oportunidad igual para vender deuda a muy largo plazo como ha hecho este lunes.