Todo el mundo habla de la nueva inyección de liquidez urgente (ELA) del BCE a los bancos griegos para evitar su colapso. Todos los medios hablan de la reunión por teleconferencia en la que se ha aprobado una provisión de 3.000 millones de euros que ayude a compensar la fuga de depósitos del sistema.
Los expertos de Citi explican en una nota hoy que negatividad de la situación ha pasado factura a la cotización de los bancos griegos que han caído más de un 30% en bolsa desde el 3 de junio. Además, la incertidumbre ha acelerado la fuga de depósitos. Ellos estiman que el sector ha sufrido una salida de unos 12.000 millones desde principios de mayo y de unos 40.000 millones desde principios de año, alrededor de un 25% del total. Es decir, los griegos han sacado la cuarta parte de sus depósitos de las cuentas de las entidades financieras en previsión de un control de capitales posterior a un default, es decir, un corralito a la griega.
“Como consecuencia el BCE ha tenido que incrementar el programa ELA al país en 2.300 millones de euros la pasada semana y unos 1.000 hasta hoy. La dependencia de los bancos del país de los fondos ELA ha alcanzado los 84.100 millones de euros y la financiación del euro sistema está en máximos desde junio de 2012”, dicen en Citi. La mayor parte de los analistas, por el momento, creen que al final se llegará a un acuerdo, aunque las posibilidades de un default aumentan por momentos.
El lunes los europeos se volverán a reunir de emergencia, en un nuevo intento por doblegar la voluntad de los griegos. Hoy Mohamed El-Erian “si no se llega a ningún acuerdo, la explosión del sistema bancario griego es sólo cuestión de tiempo”. En opinión del experto las probabilidades de éxito son inferiores al 50%.
¿Qué pasa si Grecia entra en default?
Cuentan en Citi que el pasado día 17 mantuvieron varias reuniones en Atenas con expertos locales y aseguran que aún no está claro si la fecha límite es el 30 de junio para realizar los pagos es el 30 de junio, cuando tiene que devolver dinero al FMI o es un poco más tarde, el 12 de julio, cuando tiene que hacer pagos al BCE.
Por su parte,Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM afirma que “la firma de un acuerdo para el 30 de junio ayudaría a disipar los riesgos de default de Grecia y la eventual salida de la eurozona, con las negativas consecuencias que esto podría tener en el proceso de construcción de la eurozona”.
Hay que recordar lo que apuntaban ayer los expertos de Merrill Lynch, que un default no llevaría de inmediato a una salida de Grecia del Euro, ya que la voluntad política de los europeos podría evitarlo. Sin embargo, no hay que olvidar que los negociadores griegos están llevando a sus acreedores a puntos de desesperación. Hace unas horas la directora del FMI, Christine Lagarde, decía que quería negociar con adultos. Las recriminaciones de un lado y de otro son prácticamente constantes y no están ayudando a la toma de decisiones.
El 40% de los gestores espera un default en Grecia
A pesar de todo lo cierto es que la voluntad del pueblo griego es clara; casi un 80% de los ciudadanos quieren seguir en la moneda única. Sin embargo la Troika les exige el pago de sus deudas y la toma de nuevas medidas de austeridad.
Recuerda el gestor de NAM que “para Grecia las condiciones súper restrictivas podrían aumentar la situación de recesión, que no es para lo que Alexis Tsipras fue elegido. Tampoco fueron elegidos para implementar la salida del país de la eurozona”, apunta.
¿Qué pasaría si no se alcanza acuerdo el 30 de junio?
Ayer los analistas de Merrill Lynch decía que a pesar de que se generara un default ese día, el BCE podría seguir proporcionando financiación a los bancos griegos durante un tiempo. Otros como los de NAM creen que no lo haría. “Si no se alcanza el acuerdo la autoridad monetaria eliminaría la financiación, lo que pondría al Sistema en una situación muy difícil”.
Por otro lado, apuntan que si el país tuviera que dejar la zona euro, la moneda griega tendría que devaluarse mucho, lo que reduciría la capacidad de compra del capital que quedara en los bancos se reduciría drásticamente. “Esto es lo que explica la retirada de capital. Esto está debilitando al sistema, y si el BCE se retirara se desencadenaría una rápida crisis en Grecia”.
El país tendría que asumir una nueva moneda que sería mucho más barata que el euro en un intento por ganar competitividad e iniciar el crecimiento.
Tampoco sería fácil para la eurozona
Para los expertos de NAM, “la eurozona tiene mucho que perder si se va el país” , sobre todo en términos de credibilidad, ya que el sistema parecería reversible ya que otros países podrían irse, incluso en otros términos.
Por eso El-Erian recomienda a los europeos que el lunes, además de un acuerdo sobre Grecia, pongan en marcha un Plan B para prever una posible salida del país del sistema.
El jueves los analistas de Merrill Lynch decía que los que más sufrirían serían, sobre todo, el mercado de bonos europeos, sobre todo los de los países de la periferia. Ellos sugerían que el BCE podría dedicar el dinero del QE a la compra de títulos de los países del sur de Europa para evitar una nueva crisis soberana.
En la firma siguen creyendo que, al final, se llegará a un acuerdo y que si eso se produce, veremos un rally en la bolsa europea. “De todos modos, el camino conlleva cada día más incertidumbre. Esto sugiere que todos aquellos que quiera posicionarse para este posible rally debería hacerlo a través del mercado de opciones”.
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