Hoy Indra
se coloca en la parte más baja del Ibex 35 después de que las cuentas del 2014 hayan confirmado la mala gestión de la compañía con su ex presidente Javier Monzón al frente. El ejercicio pasado la tecnológica llegó a entrar en números rojos al perder 2 millones de euros, frente a unos beneficios de 116 millones de 2013. También su ebit entró en terreno negativo (-42 millones). A pesar de las pérdidas, las ventas aumentaron un 5% hasta los 2.938 millones de euros.


No obstante, de cara a 2015 el grupo se muestra positivo. De hecho, destacan las favorables perspectivas esperadas para 2015, con tasas de crecimiento de doble dígito de la contratación global en el área de administraciones públicas y sanidad, que es una de las que más aportan a su cuenta de resultados, aunque reconocen que en España la gradual recuperación de la actividad pública podría tener una fase de ralentización en los próximos trimestres motivada por el calendario electoral previsto para 2015.

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Por si las malas cuentas de 2014 no fueran poca excusa para castigar el valor, hoy han llegado los brokers para acabar de tumbar al valor. Así, JP Morgan ha reducido su recomendación sobre Indra de ‘neutral’ a ‘infraponderar’ y rebaja su precio objetivo desde 10,5 a 8,50 euros. De cumplirse las cávalas de JPM, Indra podría caer un 10%. 

También Jefferies ha rebajado el precio objetivo que le concede a Indra a 8 euros y recomienda ‘infraponderar’ el título.


En bolsa, el castigo no cesa…
Arrastrada por este lastre, hoy Indra se desploma un 4,75% y pone en peligro los 9 euros. Además, el precio vuelve a entrar por debajo de la directriz bajista de largo plazo que le ha condicionado desde los máximos de 2014 en los 14,38 euros. Esta directriz bajista le ha acarreado pérdidas del 37%.

Después de moverse en un estrecho lateral entre noviembre y enero, Indra resurgió en febrero al calor del cambio de directiva y la entrada de Telefónica en su accionariado. Recordemos que a finales de enero Telefónica anunció su entrada en el accionariado de la tecnológica con la compra de un 3% de su capital –y asegurándose otro 3% a futuro-. El cambio de accionistas coincidió en el tiempo con la dimisión del presidente, Javier Monzón, que fue sustituido por el financiero Fernando Abril-Martorell.

Estos cambios posibilitaron que Indra se disparara hasta atacar la directriz bajista de largo plazo, pero después de superarla hace poco más de una semana, hoy vuelve a meterse peligrosamente. Si cierra la sesión por debajo de los 9 euros, podría caer hasta los 8,50 (zona alta del estrecho lateral en el que se movió entre octubre y enero). En cambio, si Indra cierra soportándose sobre la directriz bajista y los 9 euros, podrá continuar por el camino de la recuperación y su siguiente objetivo serían los 10,20 euros (38,2 de Fibonacci).

Si desea ver todas las recomendaciones y análisis sobre Indra, consulte su ficha.


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