La semana anterior la empresa había presentado ya una solicitud de "preconcurso" tras reconocer su antiguo presidente que las cuentas de la sociedad se habían inflado durante cuatro años.
El preconcurso habría dado a la compañía un plazo de hasta cuatro meses para buscar una solución consensuada con sus acreedores antes de entrar formalmente en concurso, pero con las cuentas bloqueadas y como reconoce la propia empresa en su nuevo escrito al juzgado, la situación de insolvencia parece inevitable.
La solicitud coincide con la primera declaración ante la Audiencia Nacional del expresidente del grupo, Jenaro García, imputado por supuestos delitos de falseamiento de cuentas e información económica y uso de información relevante tras presentarse voluntariamente en los juzgados.
El caso ha sido considerado por el alto tribunal como de repercusión para la economía nacional y con prejuicio patrimonial para una "generalidad de personas" en una empresa en situación de "desgobierno, descontrol y total anarquía".