¿Qué es un Swap?
Un swap es un contrato por el cual dos entidades, llamadas contrapartes, acuerdan intercambiar dos corrientes de flujos de caja, según una regla predeterminada y durante cierto período de tiempo. Dichas corrientes pueden ser ciertas o no en el momento del acuerdo, pero en todo caso en dicho pacto quedan establecidas las bases sobre las que serán calculadas. En el contenido de dicho contrato se encuentran especificados, entre otros, los siguientes puntos:
- La moneda en la que esta denominada cada corriente de flujos.
- El tipo de interés aplicable a cada corriente de flujos y la forma en la que dicho tipo de interés va a ser determinado.
Dentro del mercado internacional de swaps destacamos las siguientes modalidades:
- Swaps de tipo de interés
- Swaps de divisas
Según la CNMV, un swap es instrumento derivado por el que dos partes acuerdan intercambiar dos corrientes de pagos en la misma moneda (swap de tipo de interés) o diferentes monedas (swap de divisas). Dichas corrientes pueden ser ciertas o no en el momento del acuerdo, pero en todo caso en dicho acuerdo deben quedar establecidas las bases sobre las que serán calculadas.
En el swap de divisas dos partes acuerdan intercambiar dos corrientes de pagos en diferentes monedas. Mientras que en el swap de tipos de interés se da un acuerdo entre dos partes para intercambiar los flujos de pagos en concepto de intereses derivados de una operación financiera sobre un importe principal teórico y durante un periodo de tiempo determinado.
Fueron introducidos a finales de los años 80, los swaps son un tipo de derivado relativamente nuevo. Aunque son relativamente nuevos, su simplicidad, unida a sus amplias aplicaciones, los convierte en uno de los contratos financieros más negociados.
Los profesionales de las finanzas corporativas pueden utilizar los contratos de swap para cubrir el riesgo y minimizar la incertidumbre de determinadas operaciones. Por ejemplo, a veces los proyectos pueden estar expuestos al riesgo de tipo de cambio y el director financiero de la empresa puede utilizar un contrato de swap de divisas como instrumento de cobertura.
A diferencia de los futuros y las opciones, los swaps no se negocian en las bolsas, sino en el mercado extrabursátil. Además, las contrapartes de los swaps suelen ser empresas y organizaciones financieras y no particulares, ya que en los contratos de swaps siempre existe un alto riesgo de incumplimiento de la contraparte.
Algunas instituciones financieras suelen participar como creadores de mercado en los mercados de swaps. Estas instituciones, que también se conocen como bancos de swaps, facilitan las operaciones haciendo coincidir a las contrapartes.
Otros tipos de swap
Aunque en España los únicos swaps que se pueden encontrar son los de divisas y los de tipos de interés, también existen swaps de materias primas y de deafult, muy conocidos durante la crisis de 2008.
- Swap de materias primas: Estos derivados están diseñados para intercambiar flujos de efectivo flotantes que se basan en el precio al contado de una materia prima por flujos de efectivo fijos determinados por un precio preacordado de una materia prima. A pesar de su nombre, los swaps de materias primas no implican el intercambio de la materia prima real.
- Credit default swap: Un CDS proporciona un seguro contra el impago de un instrumento de deuda. El comprador de un swap transfiere al vendedor los pagos de la prima. En caso de impago del activo, el vendedor reembolsará al comprador el valor nominal del activo impagado, mientras que el activo se transferirá del comprador al vendedor. Los swaps de incumplimiento crediticio adquirieron cierta notoriedad debido a su impacto en la crisis financiera mundial de 2008.
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