¿Qué es credibolsa?
Este producto, que actualmente no existe, fue diseñado por Bancoval, S.A., y premitía realizar las operaciones de crédito de compra y de venta de valores en el mercado bursátil, mediante la concesión de una parte del efectivo (en las compras) o de los títulos correspondientes en el caso de las ventas.
Credibolsa estaba diseñado de conformidad a la normativa legal reguladora del sistema de crédito en operaciones bursátiles de contado y con la normativa establecida por las Sociedades Rectoras de las Bolsas de Madrid, Barcelona y Valencia.
La compra y venta de acciones en Credibolsa de Bancoval se realizaba mediante un mecanismo que implica la concesión de crédito por parte de una porción del efectivo en caso de compra, o el préstamo de los valores correspondientes en caso de venta. Este sistema permitía a los inversores apostar por un mercado alcista o bajista, con la posibilidad de obtener ganancias.
Cualquier inversor podía acceder a este mecanismo a través de su intermediario financiero habitual, mediante un contrato entre tres partes: el inversor, su agencia o sociedad de valores y Bancoval. De hecho, llegaron a estar asociadas más de 24 sociedades y agencias de valores que ofrecían la compra y venta a crédito de los valores del índice selectivo Ibex-35.
¿Qué es la compra de acciones a crédito?
La compra de acciones a crédito, también conocida como operar con margen, es un mecanismo que permite a los inversores comprar acciones utilizando el dinero prestado por su corredor o intermediario financiero, en lugar de utilizar solo sus propios fondos. El corredor proporciona un margen de crédito, es decir, un préstamo, para que el inversor pueda comprar más acciones de las que podría permitirse con su propio capital.
La idea detrás de la compra de acciones a crédito es que el inversor pueda obtener mayores ganancias que si solo utilizara su propio capital. Sin embargo, también implica un mayor riesgo, ya que las pérdidas también pueden ser mayores en caso de que el valor de las acciones compradas disminuya.
Es importante tener en cuenta que la compra de acciones a crédito solo está disponible para inversores que cumplen ciertos requisitos, como tener un cierto nivel de experiencia y un patrimonio neto suficiente. Además, suele haber cargos adicionales asociados con este tipo de operaciones, como intereses por el préstamo y requisitos de margen que pueden variar según el corredor y las condiciones del mercado.
¿En qué se diferencian de los CFDs?
La compra de acciones a crédito y los Contratos por Diferencia (CFDs) son dos mecanismos diferentes utilizados en la inversión en el mercado de valores.
La compra de acciones a crédito implica el uso de dinero prestado por el corredor o intermediario financiero para comprar acciones. El inversor obtiene la propiedad de las acciones compradas y espera que el precio de las mismas suba para poder obtener ganancias. Sin embargo, también existe el riesgo de que el precio de las acciones disminuya, lo que podría generar pérdidas que el inversor debe cubrir.
Por otro lado, los CFDs son contratos financieros que permiten a los inversores especular sobre la fluctuación del precio de un activo subyacente, como acciones, divisas, índices o materias primas, sin tener que poseer realmente el activo subyacente. Cuando un inversor abre un CFD, acuerda con su corredor pagar o recibir la diferencia de precio del activo subyacente entre el momento de apertura y el momento de cierre del contrato.
La principal diferencia entre la compra de acciones a crédito y los CFDs es que en el primer caso el inversor adquiere la propiedad de las acciones, mientras que en el segundo solo está especulando sobre la fluctuación del precio de un activo subyacente sin poseerlo realmente. Además, los CFDs suelen permitir a los inversores operar con un mayor apalancamiento que la compra de acciones a crédito, lo que implica un mayor riesgo de pérdidas.