¿Qué son los bonos de suscripción?
Los bonos de suscripción son un certificado que otorga a su titular el derecho a adquirir un número determinado de acciones de la sociedad emisora a un cambio y plazo establecido. Este tipo de bonos van unidos, en ocasiones, a determinadas emisiones de acciones u obligaciones como un aliciente más para el suscriptor de las mismas. Tienen su propio mercado separado del de la obligación o acción al que están unidos inicialmente.
Este tipo de bonos también se asocian a los bonos convertibles y bonos de suscripción o con warrant. Aunque tienen diferencias entre ambos, la idea es la misma: ofrecer al inversor la posibilidad de adquirir acciones en el futuro de esa compañía. En el caso de los bonos convertibles, además de los derechos inherentes a obligaciones y bonos, confieren a sus titulares la posibilidad de convertir en fechas, precios y otras circunstancias, fijados a priori, sus valores por acciones de la empresa, por lo que el titular pasa de acreedor a socio de la compañía. Son las obligaciones y bonos convertibles o canjeables.
Los bonos convertibles son títulos de renta fija, aunque puedan terminar convirtiéndose en un producto de renta variable si se decide canjear por acciones de la compañía en concreto, con características muy similares a las obligaciones. Están pensados para que una vez llegue el vencimiento y se haya cobrado una rentabilidad fija esperada, el inversor en vez de recibir el dinero, recibe las acciones a las que el bono está indexado.
Bonos con warrant o de suscripción
Los warrants son son valores negociables que otorgan a sus titulares, previo pago de un precio (prima), el derecho, pero no la obligación de comprar (call warrant) o vender (put warrant) una cantidad de activo subyacente (ratio del warrant), a un precio predeterminado (precio de ejercicio), durante un periodo o en una fecha definidos de antemano.
Así, un bono con warrant, es un certificado de opción que ofrece al inversor la posibilidad de comprar en un futuro, con fecha determinada, y a un precio fijado de antemano un número de acciones de la compañía.
Diferencias entre ambos
Aunque parecen lo mismo, en realidad no lo son. Los bonos convertibles, como se ha explicado, se pueden canjear por acciones. Los bonos convertibles pagan una cantidad periódica anualmente (puede ser en dos o tres veces al año) denominada “cupón” y al vencimiento es cuando el inversor podrá recibir el total de la inversión (si el emisor así lo estima).
Los bonos convertibles deben considerarse un producto de riesgo ya que se asume que puede terminar derivando en una inversión en renta variable, aunque el nombre “bono” suele llevar a confusión pensando que se trata de un activo de renta fija y garantizado, nada más lejos de la realidad.
Es decir, en este caso, el inversor puede recibir el cupón en forma de acción, en lugar de en dinero físico.
Por su parte, un bono de suscripción o con warrant lo que ofrece es la posibilidad de, en un futuro fijado, adquirir acciones a un precio fijado. Por tanto, aunque la idea es comprar un título de renta fija para canjearlo por uno de renta variable, el concepto es diferente. En el caso de los bonos de suscripción el interés para el inversor es tener un privilegio temporal y, a veces, también de precio para recibir acciones u obligaciones de la compañía. Es decir, también se abre el abanico a tener preferencia en sus emisiones de renta fija, y no solo de renta variable. De esta forma, es un certificado que permite adquirir antes cualquiera de las nuevas emisiones que haga una determinada empresa.
Términos asociados
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