¿Qué es una bola de nieve en bolsa?
Consiste en suscribir acciones en todas las ampliaciones de capital, aumentando así el número de acciones poseídas reduciéndose el cambio de inventario. Es buena política de inversión adecuada para el largo plazo siempre que se utilice en valores que con regularidad lleven a cabo ampliaciones de capital.
Las ampliaciones de capital son operaciones de financiación empresarial que incrementan los fondos propios de la sociedad (a excepción de las ampliaciones con cargo a reservas). Se pueden realizar mediante el aumento del valor nominal de todas las acciones existentes o, emitiendo acciones nuevas.
El contravalor del aumento de capital puede consistir tanto en nuevas aportaciones —dinerarias o no dinerarias— al patrimonio social, incluida la compensación de créditos contra la sociedad, como en la transformación de reservas que ya figuraban en el patrimonio.
Las ampliaciones de capital han de acordarse siempre por Junta General, aunque ésta puede delegar en el Consejo la facultad de señalar la fecha en que se llevará a cabo el acuerdo y fijar las condiciones del mismo en todo lo no previsto en la Junta, dentro de un determinado plazo.
La bola de nieve se agranda durante su descenso por la colina. Cuanto más crece, más nieve acumula en cada vuelta. El efecto bola de nieve es una metáfora de la capitalización. Explica cómo pequeñas acciones llevadas a cabo a lo largo del tiempo pueden dar lugar a grandes resultados.
Del mismo modo, la inversión en valores de alta calidad con crecimiento de dividendos puede generar grandes cantidades de ingresos por dividendos durante largos periodos de tiempo. Los inversores que busquen los mejores valores de crecimiento de dividendos deberían considerar los Aristócratas del Dividendo, un grupo de 65 valores del S&P 500 con más de 25 años consecutivos de crecimiento de dividendos.
Imagina que inviertes 1 euros que se capitaliza al 1% diario. En 5 años tu dólar crecería hasta más de 77 millones de dólares. En el séptimo año serías la persona más rica del mundo.
Pero hay que tener en cuenta que la capitalización no es una forma rápida de hacerse rico. Requiere tiempo, y mucho. En el mundo real no existen inversiones que se capitalicen a un ritmo del 1% diario.
El mercado de valores ha compuesto la riqueza (teniendo en cuenta la inflación) a un ritmo del 7,1% anual a largo plazo. A este ritmo, una inversión en bolsa se ha duplicado históricamente cada 10,1 años.
En el mundo real, la capitalización de la riqueza lleva más tiempo, pero no por ello los principios de la capitalización son menos poderosos.
Tomemos como ejemplo a Warren Buffett. Warren Buffett vale más de 100.000 millones de dólares. La riqueza de Warren Buffett proviene de los enormes beneficios del efecto bola de nieve a lo largo del tiempo.
Warren Buffett acumuló su riqueza a través de un tipo específico de inversión.
En concreto, Buffett invierte en:
- Empresas favorables a los accionistas
- Con fuertes ventajas competitivas
- Que cotizan a precios justos o mejores
"Todo lo que hay que hacer para invertir es elegir buenas acciones en buenos momentos y permanecer con ellas mientras sigan siendo buenas empresas", asegura Warren Buffett.
Invertir en este tipo de negocios es la forma más segura de beneficiarse del efecto bola de nieve. La buena noticia es que ni siquiera tiene que buscar estas empresas. Existe una lista de 44 empresas con más de 50 años consecutivos de aumentos de dividendos llamada la lista de los Reyes del Dividendo.
Nada dice más de éxito a largo plazo que 50 o más años seguidos pagando dividendos crecientes.