BoE, Banco de Inglaterra (en inglés, Governor and Company of the Bank of England) es el banco central del Reino Unido, y es el encargado de dictar la política monetaria del país a través de su Comité de Política Monetaria. Funciona como el Banco Central del Gobierno del Reino Unido y entre otras su función es la de emitir y controlar la circulación de la libra esterlina.
Pertenece al Sistema Europeo de Bancos Centrales si bien, como el Reino Unido no ha adoptado el euro, no ha cedido sus competencias en materia de política monetaria al Banco Central Europeo.
La tasa de interés es un instrumento de política monetaria para controlar la inflación; cuando hay mayores presiones sobre el alza de los precios el Emisor puede incrementar la tasa para desmotivar el consumo e incentivar el ahorro, pues se encarecen directamente los costos crediticios; de esta forma, a mediano plazo se espera que los precios de bienes y servicios caigan y se logre así un moderado control de la inflación. Por lo anterior se supone que cuando las presiones inflacionarias son bajas el BC puede recortar la tasa de interés para darle impulso al crecimiento económico. Las decisiones sobre esta tasa se llevan a cabo en los comités de política monetaria de los bancos centrales de cada país y por lo general se llevan a cabo cada mes.
Interpretación: El tipo de interés es una variable clave en el comportamiento bursátil. Si las tasas de interés bajan, los inversores acuden a la bolsa buscando mayor rentabilidad, la demanda de acciones sube y con ella los precios. Las tasas de interés bajas suponen menos costes financieros para las empresas y mayor consumo de familias y empresas. Todo ello hace crecer los beneficios empresariales, lo que se traducirá en cotización más alta de sus acciones.
Una acción supone un conjunto de flujos futuros a recibir (dividendos), su valor presente (el precio de la acción) depende de la tasa a la que descontemos esos flujos. Si la tasa disminuye, porque lo hacen los tipos de interés, el valor presente de los flujos esperados subirá. Un aumento de tipos de interés, lleva a un aumento del costo de oportunidad de invertir en la bolsa, por lo que se produce una sustitución en la cartera de inversión de valores bursátiles por plazos fijos, esta sobre oferta de valores mobiliarios provoca una caída generalizada del precio de las acciones y por consiguiente de los índices que resumen dichos precios.
A medida que aumenta la demanda, la tensión sobre los precios es mayor mientras el desempleo disminuye. (A corto plazo, cuando aumentan los precios bajan los salarios reales, los salarios nominales suelen subir en menor medida que los precios). La bajada de los salarios reales abarata el coste de la mano de obra y las empresas demandan más trabajo. Pero esta relación de la curva de Phillips pierde validez a largo plazo. En el largo plazo, los salarios nominales terminan por recoger todo el aumento de los precios, por lo que la caída inicial de los salarios reales desaparece y las empresas se desprenden de los trabajadores que inicialmente habían contratado.
La principal función de los bancos centrales es combatir la inflación. Enfriando la economía el desempleo aumenta, si se quiere relanzar el empleo habrá que relanzar la economía aceptando un crecimiento de la inflación lo que conlleva un aumento en los tipos de interés para controlar esta.
Pertenece al Sistema Europeo de Bancos Centrales si bien, como el Reino Unido no ha adoptado el euro, no ha cedido sus competencias en materia de política monetaria al Banco Central Europeo.
La tasa de interés es un instrumento de política monetaria para controlar la inflación; cuando hay mayores presiones sobre el alza de los precios el Emisor puede incrementar la tasa para desmotivar el consumo e incentivar el ahorro, pues se encarecen directamente los costos crediticios; de esta forma, a mediano plazo se espera que los precios de bienes y servicios caigan y se logre así un moderado control de la inflación. Por lo anterior se supone que cuando las presiones inflacionarias son bajas el BC puede recortar la tasa de interés para darle impulso al crecimiento económico. Las decisiones sobre esta tasa se llevan a cabo en los comités de política monetaria de los bancos centrales de cada país y por lo general se llevan a cabo cada mes.
Interpretación: El tipo de interés es una variable clave en el comportamiento bursátil. Si las tasas de interés bajan, los inversores acuden a la bolsa buscando mayor rentabilidad, la demanda de acciones sube y con ella los precios. Las tasas de interés bajas suponen menos costes financieros para las empresas y mayor consumo de familias y empresas. Todo ello hace crecer los beneficios empresariales, lo que se traducirá en cotización más alta de sus acciones.
Una acción supone un conjunto de flujos futuros a recibir (dividendos), su valor presente (el precio de la acción) depende de la tasa a la que descontemos esos flujos. Si la tasa disminuye, porque lo hacen los tipos de interés, el valor presente de los flujos esperados subirá. Un aumento de tipos de interés, lleva a un aumento del costo de oportunidad de invertir en la bolsa, por lo que se produce una sustitución en la cartera de inversión de valores bursátiles por plazos fijos, esta sobre oferta de valores mobiliarios provoca una caída generalizada del precio de las acciones y por consiguiente de los índices que resumen dichos precios.
A medida que aumenta la demanda, la tensión sobre los precios es mayor mientras el desempleo disminuye. (A corto plazo, cuando aumentan los precios bajan los salarios reales, los salarios nominales suelen subir en menor medida que los precios). La bajada de los salarios reales abarata el coste de la mano de obra y las empresas demandan más trabajo. Pero esta relación de la curva de Phillips pierde validez a largo plazo. En el largo plazo, los salarios nominales terminan por recoger todo el aumento de los precios, por lo que la caída inicial de los salarios reales desaparece y las empresas se desprenden de los trabajadores que inicialmente habían contratado.
La principal función de los bancos centrales es combatir la inflación. Enfriando la economía el desempleo aumenta, si se quiere relanzar el empleo habrá que relanzar la economía aceptando un crecimiento de la inflación lo que conlleva un aumento en los tipos de interés para controlar esta.