¿Qué es el Mercado de crédito?
Mercado de crédito que agrupa todas las transacciones de préstamo y crédito que realizan los agentes económicos. Está regulado por la normativa de las entidades de crédito. Este mercado ha proliferado tanto que han aparecido mercados de crédito específicos, como es el crédito que ofrecen los grandes establecimientos comerciales. El mercado de crédito puede ser a largo o a corto plazo. En definitiva, el mercado de crédito está compuesto tanto por empresas como por gobiernos y por particulares, que lo que intercambian son instrumentos de deuda tanto a largo como a corto plazo en él acuden tantas personas físicas o jurídicas que necesitan financiarse como inversores que buscan prestar su dinero a cambio de un interés.
Es decir, el mercado de crédito es un espacio al que acuden entidades, empresas, instituciones e inversores para conectar a quienes necesitan pedir prestado y a quienes quieren prestar dinero para obtener un rendimiento posterior. Así las cosas, esta es una parte del mercado de capitales, que está integrado por el mercado de crédito, el de acciones y el de derivados.
¿Cómo se clasifica el mercado de crédito?
Este mercado, más conocido como renta fija, se puede diferenciar por los activos financieros intercambiados o por la estructura del propio mercado. En el primer caso, están los mercados monetarios y los de capitales. Los primeros son para inversiones a corto plazo y lo segundos para largo plazo. En cuanto a la estructura, los monetarios son mercados organizados donde hay compradores y vendedores que deben actuar en base a unas reglas del juego. Mientras, que los no organizados, no existen esas normas estrictas, aunque si unas costumbres habituales.
Es un mercado que, a priori, se considera más seguro que el de renta variable y derivados porque el inversor puede saber previamente la rentabilidad estimada que puede lograr al prestar el dinero y la situación de solvencia de la empresa. Las casas de calificación como Moddy’s, Standar&Poor’s y otras se dedican a calificar la situación crediticia de los inversores. Así, en base a esta calificación, el inversor sabe cuánta solvencia tiene la entidad, institución o empresa a la que está prestando el dinero y el riesgo que asume.
Así, es importante saber que la triple A (AAA) es el más seguro y, por tanto, donde menos riesgo se estaría asumiendo. Aunque esto también implica una menor rentabilidad para el inversor. Por su parte, la C es la que más riesgo tiene y más probabilidad de que no recuperemos el dinero. También es verdad que entre la AAA y la C hay otras siete categorías y debemos saber cuál nos puede encajar mejor en nuestra aversión al riesgo.
El mercado de crédito es quizá menos accesible por el inversor minorista, al menos, menos accesible que el mercado de renta variable. Pero, es cierto que es un mercado que mueve una gran cantidad de millones anualmente y que está muy ligado a la política monetaria de los tipos de interés. Al igual que en la renta variable debemos conocer los fundamentales de las empresas y el análisis técnico, en el mercado de crédito es importante saber cómo influye la política monetaria, los tipos de interés y cómo varía el precio de los bonos. Cómo influye la duración de los mismos y otro tipo de cuestiones fundamentales para poder comprender este segmento e invertir en él. Cabe señalar, que es un segmente especialmente demandado por los inversores conservadores, por los planes de pensiones o por los fondos moderados. Así, no podremos obtener grandes rentabilidades, pero si una forma de minimizar los riesgos o de obtener un rendimiento de nuestros ahorros de una forma más tranquila.
Términos asociados
Mercados financieros
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