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    Depósitos en Garantía o Escrow

    Actualizado a:
    María Mira.   MFIA, Analista fundamental  de Estrategias de Inversión

    Depósitos en garantía

    Los depósitos en garantía son fondos o activos que una persona o entidad debe depositar como respaldo o garantía para cumplir con ciertas obligaciones contractuales o legales. Estos depósitos sirven como protección para la parte contraria en caso de que el depositante no cumpla con los términos del contrato o acuerdo.

    Ejemplos comunes de depósitos en garantía:

    • Alquiler de viviendas: Los inquilinos suelen hacer un depósito en garantía (comúnmente llamado "fianza") al propietario del inmueble al firmar un contrato de arrendamiento. Este depósito asegura que el inquilino cumplirá con sus obligaciones, como el pago del alquiler y el mantenimiento adecuado de la propiedad. Al final del contrato, el depósito se devuelve, a menos que se utilice para cubrir daños o deudas pendientes.
    • Contratos financieros: En los mercados financieros, los depósitos en garantía se utilizan en operaciones con futuros, opciones u otros instrumentos derivados. Los inversores deben depositar una cantidad como garantía para cubrir posibles pérdidas. Este depósito protege a la contraparte del contrato en caso de incumplimiento.
    • Préstamos y créditos: En algunos préstamos, el prestamista puede requerir un depósito en garantía que se utiliza como colateral para asegurar el pago del préstamo. Si el prestatario incumple, el prestamista puede retener o liquidar el depósito para recuperar parte o la totalidad de la deuda.

    En resumen, los depósitos en garantía son una forma de proteger a una de las partes en un acuerdo, asegurando que la otra parte cumpla con sus obligaciones.

    ¿Qué es un contrato de futuros?

    Un contrato de futuros es un acuerdo estandarizado entre dos partes para comprar o vender un activo financiero, como commodities, divisas, índices bursátiles o tasas de interés, en una fecha futura específica a un precio acordado hoy. Estos contratos se negocian en mercados de futuros, que son bolsas especializadas para este tipo de transacciones.

    En un contrato de futuros, el comprador se compromete a adquirir el activo subyacente y el vendedor se compromete a venderlo, ambos a un precio determinado (precio de futuros) en una fecha futura predeterminada (fecha de vencimiento). Estos contratos son vinculantes y estandarizados en términos de tamaño, fecha de vencimiento y otros términos, lo que facilita la negociación en un mercado secundario.

    Es importante destacar que la mayoría de los participantes en el mercado de futuros no mantienen sus contratos hasta la fecha de vencimiento. En cambio, pueden cerrar sus posiciones antes de la fecha de vencimiento mediante una operación de compensación, comprando o vendiendo un contrato opuesto que cancele su posición original.

    ¿Qué son las opciones financieras?

    Las opciones financieras son contratos que otorgan a su comprador el derecho, pero no la obligación, a comprar o vender una determinada cuantía del activo subyacente, a un precio determinado llamado precio de ejercicio, en un período de tiempo estipulado o vencimiento.

    En opciones, al ser contratos y no valores, no es necesario comprar primero para posteriormente vender, sino que es posible vender primero y en su caso luego comprar. Por ello es fundamental distinguir entre la situación del comprador y la del vendedor.

    El comprador de una opción tiene el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender (según el tipo) al vencimiento; por el contrario, el vendedor de la opción está obligado a comprar o vender si el comprador decide ejercer su derecho.

    Llegada la fecha de vencimiento, el comprador decidirá si le interesa o no ejercitar su derecho, en función de la diferencia entre el precio fijado para la operación (precio de ejercicio o strike) y el precio que en ese momento tenga el subyacente en el mercado de contado (en el caso de acciones, su cotización).

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