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    Ratio de Garantía

    ¿Qué es el ratio de garantía?

    El ratio de garantía sirve para medir la capacidad que tiene cualquier empresa para poder pagar las deudas contraídas con sus acreedores y prestamistas exteriores. Es decir, es una herramienta para medir la solvencia de una compañía, así como para observar lo cerca o lejos que se encuentra la firma de entrar en quiebra técnica o no hacerlo. Por tanto, es un aliado perfecto para cualquier analista siempre que quiera hacer una valoración de una empresa propia o de una tercera. Para los inversores es un ratio clave en el análisis fundamental, ya que indica la fortaleza que tiene esa compañía, los recursos propios y las deudas externas.

    ¿Cómo se calcula el ratio de garantía?

    Lo más positivo de este ratio es que da igual el tamaño de la empresa a analizar, ya que el cociente que se obtenga de la operación matemática no depende de lo grande o pequeña que sea una firma. Así, para una compañía tener una deuda de 100.000 euros puede ser una quiebra técnica y, para otra tener un apalacamiento bajo. Por tanto, no importa la magnitud monetaria de la deuda y de los activos, sino el coeficiente que se obtenga. De esta manera, una vez calculado el resultado, se puede comparar a las empresas del sector. De igual modo, es un ratio utilizado tanto para el análisis interno de la compañía, ya que la saber el ratio de solvencia se podrán tomar medidas adecuadas en función del estado de la empresa, como en el análisis externo. En este último, los analistas buscarán saber el dato para conocer el riesgo que se asume si se compran acciones de la compañía o bonos que pueda emitirse. El cómo calcular el ratio de solvencia es bastante sencillo, ya que solo se tendrá que dividir el activo entre el pasivo exigible.
    Ratio de solvencia = activo/pasivo exigible.
    Ahora queda un paso igual de importante que el cálculo y es el cómo interpretar el dato que se obtenga de esa operación matemática. Un resultado normal, es decir aquel que no haga saltar las alarmas, debería estar entre 1,5 y 2,5. Todo lo que se encuentre fuera de esos rangos puede indicar que la empresa tiene algún problema. En el caso de que el resultado se encuentre por debajo del 1,5 significa que esa compañía se encuentra cercana a la quiebra, es decir que tiene un alto endeudamiento en comparación con los activos que posee. Este resultado hace que los inversores tengan que ser cautelosos e ir analizando la evolución de las cuentas de esa empresa con más atención si se quiere invertir en ella. Por otro lado, si el resultado está por encima del 2,5 supondría que la empresa no recurre a la financiación externa y que tiene un capital excesivo e improductivo. Aunque pueda parecer que tener una deuda baja es algo positivo, también puede significar que esa compañía no quiere exponerse al mercado del crédito, que los dividendos puedan mermar si la firma tiene que financiar nuevos proyectos con beneficios, en lugar de repartirlos o, incluso, puede ser síntoma de una mala gestión de la compañía. Ahora bien, es necesario que el ratio de solvencia sea puesto en contexto e ir midiendo su evolución temporal y las causas y las razones por las que esa compañía en ese momento está dando unos resultados fuera de los rangos normales. Entonces, aunque es un dato importante, no bastaría con quedarse únicamente con eso y habría que tratar de analizar más ratios y más datos para poder tener una radiografía precisa del estado financiero de esa compañía en concreto. Aunque, como ya se ha dicho, el ratio de solvencia es fundamental para alertar, especialmente, de aquellas compañías que puedan estar cercanas a la quiebra y supongan un riesgo para el mercado y para la cartera.

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