- ¿Qué es el ratio de endeudamiento a corto plazo?
- ¿Cómo se calcular el ratio de endeudamiento a corto plazo?
¿Qué es el ratio de endeudamiento a corto plazo?
Es un ratio que se enmarca dentro de los ratios de solvencia y estructura y que sirve para saber el nivel de apalancamiento y la capacidad para hacer frente a las cargas derivadas de este. La razón entre la financiación ajena a corto plazo y los capitales propios es una ratio de endeudamiento a corto plazo. Cuanto mayor sea el ratio, mayor será la probabilidad de insolvencia de la empresa. La escasez de fondos propios implicará una dependencia casi total de sus acreedores, una escasa autonomía financiera. La financiación de una compañía se registra en forma de obligaciones y de deuda. Por tanto, es dinero de tercero que hay devolver, especialmente en el caso del endeudamiento financiero ya que incluye también el pago de intereses y de otros gastos. En el caso del ratio de endeudamiento a corto plazo, lo que se busca saber es la dependencia que tiene la empresa de la financiación externa y si puede hacer frente al pago de los vencimientos de su deuda en los próximos meses. Por tanto, es un elemento fundamental para saber el estado financiero de cada compañía, ya que de tener un alto ratio puede implicar que esa empresa es un riesgo serio para el mercado o para tener en cartera.
¿Cómo se calcular el ratio de endeudamiento a corto plazo?
Lo primero que hay que saber es que no es lo mismo el ratio a corto plazo que a largo plazo. Se entiende por corto plazo todas aquellas obligaciones que haya que abonar antes de un año. La fórmula para conocer el total es dividir el pasivo de la empresa, entre el patrimonio neto de la misma. Ahora bien, para conocer el ratio de endeudamiento a corto plazo, lo que se tiene es que dividir el pasivo exigible corriente o circulante, que es el que mide el corto plazo entre el patrimonio neto de la empresa. Una vez que se tiene calculado, el siguiente e importante paso es saber cómo se interpreta y se valora para poder dar un sentido a la operación matemática. El valor óptimo se encontraría en valores que se sitúen entre el 0,4 y el 0,6. Si el resultado se encuentra dentro de esos valores, quiere decir que esa empresa en concreto está en lo que suele ser normal y, por tanto, no debería tener problemas para abonar su deuda a corto plazo. En el caso de que el ratio supere el 0,6 significa que la empresa está altamente endeudada, lo cual puede significar posibles impagos e insolvencias. Sin embargo, tener un ratio por debajo del 0,4, aunque se traduce en que la empresa tiene poca deuda y que, por tanto, su insolvencia no sería un problema. También puede implicar que tiene recursos propios poco aprovechados, lo cual también daría muestras de que la gestión no es la más óptima. Aun así, un nivel bajo de endeudamiento, que sería aquel que esté por debajo del 0,5 se traduce en que la compañía tiene poca dependencia de los fondos prestados y que la mayoría de sus activos son de su propiedad. Mientras que tener unos niveles superiores al 0,5 puede supone que la compañía ha tomado un alto riesgo de endeudamiento y que podría sufrir si no gestiona adecuadamente su nivel de apalancamiento. Por tanto, lo ideal es que se mantengan en un ratio de endeudamiento a corto plazo cómodo que les permita seguir creciendo y no tener recursos desaprovechados, pero tampoco una situación asfixiante en la que el pago de sus deudas suponen un alto riesgo para la compañía. En definitiva, es un ratio para conocer el estado financiero de una compañía y poder conocer cuanto riesgo ha asumido para seguir creciendo e incluso si la gestión no es la más apropiada porque sus deudas suponen un impacto negativo y un riesgo.