- ¿Qué son los pasivos no corrientes?
- ¿Qué es el pasivo no corriente?
- ¿De qué se compone el pasivo no corriente?
- Pasivo corriente
- Estructura del pasivo corriente
¿Qué son los pasivos no corrientes?
Los pasivos no corrientes también son conocidos como pasivo exigible a largo plazo. Esta masa estará constituida por todas las deudas contraídas por la empresa con vencimiento superior a los 365 días, con entidades financieras u otras. Son partidas de naturaleza netamente financiera, es decir, que tienen su origen en operaciones financieras que normalmente deberán estar vinculadas con operaciones de inversión en elementos de inmovilizado. Estará integrada por préstamos, obligaciones, bonos, o cualquier otro elemento que tenga como soporte un instrumento financiero diferente a los señalados.
¿Qué es el pasivo no corriente?
Son una partida lo suficientemente importante como para merecer su propio capítulo en el balance de la empresa, pero ¿qué son exactamente los pasivos no corrientes? La definición de pasivo no corriente se refiere a cualquier deuda u otra obligación financiera que pueda pagarse al cabo de un año. Ejemplos típicos podrían incluir desde prestaciones de pensiones hasta alquileres de propiedades a largo plazo y pagos de impuestos diferidos.
Al comparar el pasivo no corriente con el flujo de caja, una empresa puede analizar en qué medida podrá hacer frente a sus obligaciones financieras a largo plazo. Con flujos de caja estables, una empresa puede gestionar una mayor carga de deuda a largo plazo. También es importante hacer un seguimiento de estos pasivos a largo plazo para planificar con antelación futuras inversiones y compras de activos.
¿De qué se compone el pasivo no corriente?
- Préstamos a largo plazo: Algunos de los ejemplos más comunes de pasivo no corriente son los préstamos a largo plazo. Se trata de líneas de crédito con plazos de amortización superiores a un año.
- Arrendamiento a largo plazo: Otro ejemplo de pasivo no corriente habitual es el pago de un arrendamiento. Las empresas suelen firmar contratos de arrendamiento comercial por periodos superiores a un año, con amortizaciones mensuales preestablecidas a lo largo de la duración del contrato.
- Provisiones: Un tercer tipo de pasivo no corriente es el de las provisiones, que se refiere a las anotaciones contables por pasivos imprevistos. Es probable que se produzcan, aunque es posible que aún no se conozcan los términos exactos. Algunos ejemplos de provisiones podrían ser garantías, pérdidas, pensiones y costes de despido.
- Pasivos por impuestos diferidos: A menudo hay un desfase entre la obligación fiscal y su eventual pago. Por ello, los pasivos por impuestos diferidos suelen incluirse en la categoría de no corrientes.
- Préstamos (garantizados y no garantizados): Aunque los préstamos pueden parecer idénticos a los préstamos a largo plazo, existen algunas diferencias. Se puede pedir prestado a cualquier entidad, pero cuando se obtiene un préstamo garantizado o no garantizado de una institución financiera, esto entra en una categoría diferente a efectos contables.
Pasivo corriente
El pasivo es la parte del balance de situación que está formado por las deudas de una compañía, y estas se agrupan en dos grandes masas patrimoniales en función de su fecha de vencimiento.
Los pasivos corrientes son la masa patrimonial que estará integrada por todas aquellas deudas contraídas por la empresa con vencimiento a corto plazo, es decir, inferior a 365 días. Dicho de otra manera, todas aquellas cuentas que reflejan una deuda que la empresa tiene que satisfacer en un plazo inferior a un año conforman el pasivo corriente.
Estructura del pasivo corriente
El pasivo corriente se compone de las siguientes cuentas:
- Pasivos vinculados con activos no corrientes mantenidos para la venta.
- Provisiones a corto plazo.
- Deudas a corto plazo.
- Deudas con empresas del grupo y asociados a corto plazo.
- Acreedores comerciales y otras cuentas a pagar.
Los pasivos corrientes suelen liquidarse con activos corrientes, que son activos que se consumen en el plazo de un año. Los activos corrientes incluyen el efectivo o las cuentas por cobrar, que es el dinero que deben los clientes por las ventas. La relación entre el activo corriente y el pasivo corriente es importante para determinar la capacidad actual de una empresa para pagar sus deudas a su vencimiento.
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