¿Qué es el Beneficio neto o BDI?
El beneficio neto es un término popularmente utilizado en contabilidad y se refiere a la partida que queda después de restar los ingresos y los gastos de cualquier compañía. Aunque también se le conoce como el resultado del ejercicio. En otras palabras, es la cantidad de dinero de la que dispone una empresa, bien sea para ahorrar, para repartir entre los socios o accionistas o para cualquier otra cosa después de haber hecho frente a todos los gastos. Entre los cuales se encuentran el pago de salarios, de impuestos, de inversiones, de suministros, el pago a proveedores, el pago de la deuda y todo tipo de partidas que deba abonar la compañía en su factura de gastos.
El beneficio neto es una partida muy importante porque se tiende a confundir la facturación, o los ingresos que pueda tener una empresa, con los beneficios que tiene al final de un periodo concreto, que puede ser un trimestre o un año. Pero, esto no es así los ingresos o la facturación será, normalmente, superior al beneficio neto ya que esta partida es la que se obtiene después de haber hecho frente a todos los pagos y gastos que tenga la empresa independientemente de su tamaño.
Al mismo tiempo, y en este punto, se vuelve también muy importante conocer la diferencia entre lo que conocemos por beneficio neto y el beneficio bruto. El beneficio bruto no tiene en cuenta el pago a los acreedores ni el pago de impuestos. Es decir, no se tiene en cuenta el pago total que la empresa realiza al cabo del año, solamente se tiene en cuenta el coste de las ventas y los ingresos de las mismas. Por tanto, para saber la cantidad que gana una empresa en el año, una vez que ha hecho frente a todas sus obligaciones, tenemos que recurrir al beneficio neto.
¿Cómo se calcula el beneficio neto o BDI?
Calcular el beneficio neto o el beneficio después de impuestos (BDI) es sencillo, aunque necesitaremos conocer los datos de varias partidas. Por un lado, tendremos que saber el beneficio bruto que se ha obtenido en el periodo dado, que puede ser de un trimestre o de un año. Por otro, también tendremos que saber los impuestos que ha pagado la empresa, los intereses, la depreciación y los gastos generales. Una vez que se sepan todos estos gastos entonces podemos aplicar la siguiente fórmula para conocer el beneficio neto de la compañía:
Beneficio neto o BDI = beneficio bruto – impuestos – intereses – depreciación – gastos generales
El beneficio neto es una de las partidas más importantes en contabilidad, y también una de las partidas más observadas por los inversores. Ya que cuando aumenta el beneficio neto, también aumenta la valoración de la compañía y, generalmente, el reparto de los dividendos que reciben los accionistas, ya que los dividendos no son otra cosa que el reparto de los beneficios que ha obtenido una empresa. Así pues, una empresa que año tras año o trimestre tras trimestre consigue aumentar su beneficio neto será una compañía bien gestionada y muy bien valorada por los accionistas. Por lo tanto, puede suponer una buena oportunidad de inversión, aunque no debemos guiarnos únicamente por este barómetro para invertir en una compañía.
Finalmente, también tenemos que saber que no todas las empresas consiguen tener beneficio neto positivo, o beneficio neto después de impuestos positivo tras un año o un trimestre. Cuando esto es así, quiere decir que la empresa ha incurrido en pérdidas, y suele ser algo habitual en las compañías nuevas, startups o las tecnológicas que comienzan sus operaciones y que destinan una gran cantidad de dinero a la inversión para seguir creciendo e innovando.
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