¿Qué es la absorción de costes fijos?
La absorción de costes fijos expresa el porcentaje de ventas necesario para cubrir los costes fijos. Cuanto menor sea el resultado mayor será la rentabilidad de la empresa. Los costes fijos son los que no cambian cuando aumentan o disminuyen las ventas o los volúmenes de producción. Esto se debe a que no están directamente asociados a la fabricación de un producto o a la prestación de un servicio. Por ello, los costes fijos se consideran costes indirectos.
Los costes fijos pueden incluir los impuestos sobre la propiedad, los alquileres, los salarios y el coste de las prestaciones del personal que no es de ventas ni de gestión. Son uno de los tres tipos de costes en los que incurren la mayoría de las empresas. Los otros son los costes variables y semivariables.
Normalmente, los costes fijos y semivariables aparecen juntos en la cuenta de resultados de una empresa como costes indirectos.
Es importante que los empresarios conozcan los costes en los que incurren para poder gestionar sus gastos de forma eficaz. Por regla general, un mayor volumen de ventas y de producción conlleva un aumento de los costes totales, pero como algunos costes son fijos, el porcentaje de aumento de los costes totales será menor que el porcentaje de aumento de las ventas y la producción.
¿Cómo se calcula la absorción de costes fijos?
Lo primero que tenemos que conocer es el ‘punto muerto’ o break even de la empresa, ya que ese dato se dividirá entre las ventas y se multiplicará por 100 para conocer el porcentaje de absorción de los costes fijos que tiene una compañía.
El llamado umbral de rentabilidad o Break Even es el término anglosajón que hace referencia al momento en el que una compañía alcanza el punto de equilibrio entre los ingresos y los costes. Aunque Break Even es una expresión aceptada en el mundo financiero, en castellano lo correcto es hablar de punto muerto o umbral de rentabilidad.
En definitiva, se trata de determinar a partir de qué nivel de ventas, ingresos o generación de fondos una empresa obtiene rentabilidad nula. Es decir, los ingresos se igualan a los costes, tanto fijos como variables.
Una vez calculado el punto muerto, sabemos que cualquier aumento o disminución marginal de ingresos supondrá beneficios o pérdidas, respectivamente. El análisis de Break Even es interesante para empresas cíclicas que se encuentran entrando o saliendo en un ciclo alcista, para saber cuándo alcanzarán beneficios o pérdidas.
Se puede calcular de forma aproximada a partir de su cuenta de pérdidas y ganancias. Habrá que tener en cuenta: los gastos fijos, los gastos variables, el importe de las ventas, el beneficio bruto.
Una vez que se conoce ese punto muerto, entonces tenemos que tener el dato de las ventas totales que ha tenido la compañía. Eso es mucho más sencillo de conocer, ya que tendría que aparecer en sus informes financieros trimestrales y anuales.
Sabiendo esos dos datos la fórmula para calcular la absorción de costes fijos es la siguiente:
Absorción costes fijos = break even o punto muerto / ventas x 100
La forma de interpretarlo es sencilla, cuanto mayor sea ese porcentaje, más fácil tendrá la compañía lograr esa absorción de los costes fijos, y por tanto ser más rentable. Así, lo ideal sería comparar compañías del mismo sector para saber cuál es el dato y quienes de ellas están mejor posicionadas en este aspecto. Una buena absorción de costes fijos repercute en una mayor salud financiera de la compañía y en una mayor rentabilidad, aunque, como es lógico, no es el único ratio que se debe tener en cuenta para valorar una empresa.