Decir que los bonos están caros, van a caer y va a subir la bolsa, es generalizar mucho basándonos en una correlación inversa que no tiene por qué cumplirse.
No solo no podemos confiar ya en la supuesta correlación histórica negativa, sino que mientras dure la crisis de deuda, la mayor parte de la renta fija seguirá yendo en la misma dirección que las bolsas, puesto que cuando sube la bolsa baja la prima de riesgo, es decir, sube el bono de referencia. ¿El motivo? Posiblemente unos de los principales drivers de las bolsas en los últimos años está siendo el endeudamiento
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También deberíamos dejar de asumir que un Estado cualquiera es más seguro que las empresas del Estado en cuestión. Así que la vieja regla que hoy está en duda es que el emisor de un país es más seguro que las empresas emisoras de ese mismo país. Hoy en día, este hecho en España ya no es cierto debido a que ya no tenemos la capacidad de imprimir billetes, de lo que ahora se ocupa ahora el BCE. Muchas empresas del Ibex 35 ofrecen un mejor rating que el bono del Reino Español.
Otro regla clásica en los mercados, es que el mundo emergente tiene más riesgo que el mundo desarrollado. Podemos encontrar muchos países emergentes, como es el caso de México, cuyas letras del tesoro o bonos a 10 años pagan menos que el tipo español. En el sudeste asiático, también hay países que pagan menos que España por los bonos a 10 años. Por otro lado, hay países como Grecia que ya no cumplen con los criterios para ser considerados una economía desarrollada. Podríamos incluso utilizar un término nuevo para estas economías en declive, como sería el de países “inmergentes”, “submergentes” o “postdesarrollados”.
Pese a que el riesgo histórico, medido por la volatilidad, sea mayor en el caso de los emergentes, sus perspectivas económicas respecto a las del mundo desarrollado hace que podamos considerar un menor riesgo esperado en según qué emergentes.
Además de estas reglas históricas que están cambiando, hemos aprendido unas normas que siempre habían estado allí pero que desconocíamos. Hemos aprendido que no existe el activo libre de riesgo, que podemos ver un default en cualquier emisor, incluso en uno del Equipo A. Desde Lehman hasta Grecia: quien lo iba a imaginar.
Así mismo, ya sabemos que los depósitos no están garantizados y que las garantías realmente valen lo que valga el emisor. En el caso de los depósitos son las entidades financieras, que ya hemos dicho siempre pueden quebrar como cualquier otra empresa privada.
También la deuda pública, incluso hasta las monedas, las que consideramos un activo financiero, tienen riesgo y si un emisor imprime como un loco la moneda se puede depreciar fuertemente, a través de la inflación a nivel interno o de la cotización a nivel externo.
Así que en nuestra opinión, la concepción de los mercados ha cambiado, tenemos unos cambios reales en el funcionamiento de los mercados a través de romper ciertas normas previas que hoy en día no funcionan, como son:
- Cuando la bolsa sube los bonos bajan, y viceversa
- Los países son más seguros que las empresas
- Los países emergentes son más arriesgados que los desarrollados
Estas normas se están rompiendo en el contexto actual.
Por otro lado, se están dando cambios en la mente del inversor, la aceptación de unas normas que siempre habían sido así pero nadie nos las había explicado. Las antiguas realidades que no concibe la mayoría de la sociedad son:
- No existe el activo libre de riesgo
- Los depósitos no están garantizados
- El dinero también corre riesgo (hasta el efectivo)
Así que nunca utilicemos la palabra nunca, valga la redundancia, ni tampoco la palabra siempre, al menos cuando hablemos de mercados financieros. Cuidado con esas normas y estándares, cuidado con la palabra garantizado, cuidado con la inflación, cuidado con los depósitos, cuidado con los emisores. Cuidado, cuidado y más cuidado con nuestro amado y odiado mercado.