Porsche se dedica a la fabricación de coches de lujo. Fue víctima de una guerra que hubo sobre la toma de control de la Volkswagen. En un proceso de lucha abierta y con un error de un banco de inversión, a la hora de proceder con la OPA se emitieron opciones call sin caer en la cuenta de que se emitieron más opciones de las que debían. Así, un hedge fund aprovechó la ocasión para exagerar los precios, llevando a Volkswagen a valer de 2016 a 1.000 euros, convirtiéndola en la compañía más grande del mundo. A raíz de esa operación, Porsche es un holding y estructuralmente tiene el 51% de las acciones ordinarias de Volkswagen. Porsche tiene que ser un 32% del valor de Volkswagen, por lo que cotiza a un descuento del 35-40% con respecto a las acciones de Volkswagen, lo que nos invita a tomar posiciones a largo plazo.


Si observamos el gráfico de Porsche, vemos un pullback en la zona de resistencia anterior, que nos permite una compra de continuación. Intentaríamos atrapar este proceso con un giro de mercado, por ejemplo, en un gráfico diario con la ruptura de los 85 euros. El stop lo podríamos marcar en los mínimos que nos da el patrón, en los 80 euros, o darle algo más de margen, y ponerlo en torno a 76 euros.