Los gestores de fondos estadounidenses consideran que si el S&P 500 retrocediera hasta el 2.390, el Banco de la Reserva Federal daría por concluido su proceso de subida de tipos.
Este nivel es conocido como el precio de ejercicio de la “put” Powell.
Este nivel se encuentra un 15% por debajo del cierre de ayer.
Si nos fijamos en el gráfico semanal que recogemos a continuación la zona de soporte más relevante del S&P 500 se encuentra en torno a los mínimos de comienzos de año, 2.550.
El S&P 500 cerró la sesión del jueves en 2.705,57, lo que supuso una subida respecto al cierre del día anterior del 1,86%. En el momento en que escribo este comentario, el S&P 500 está cotizando en el Globex a 2.678,3, con una subida del 0,28% respecto del cierre del miércoles. Es decir, 1,58 puntos porcentuales por debajo del cierre del contado.
El NASDAQ 100 cerró el jueves en 7.016,39 pero en el Globex está cotizando en este momento en 6.912, muy por debajo del cierre de las bolsas.
Ayer se produjo tan sólo un rebote por el elevado grado de “sobreventa”. Es decir, los índices bursátiles norteamericanos corrigieron para de los descensos de días anteriores.
Ahora bien, a pesar del rebote, el S&P 500 no fue capaz de superar la primera zona de resistencia situada en torno a 2.750. Por lo tanto, vamos a seguir considerando que la tendencia bajista de corto plazo continúa en vigor y, por lo tanto, vamos a considerar como escenario más probable que aún no se haya formado un suelo.
Si no fijamos en el gráfico diario del S&P 500 que se recoge a continuación, el índice dibujó una “inside bar”, lo que hace más probable la continuación del movimiento previo, es decir, el bajista.
Una situación similar se produjo en el Nasdaq 100. Mientras se mantenga por debajo de 7.120, mantendremos una predisposición bajista a corto plazo.
No ha cambiado nada: el FED va a seguir subiendo el tipo de interés de los fondos federales y continúa la desaceleración económica global.
Si el Fed sigue subiendo los tipos de interés, finalmente provocarán que la economía de los EEUU se contagie de la desaceleración económica global.
El sector de tecnología fue el que lideró la subida del S&P 500 hasta el 1 de octubre de 2018, pero ese liderazgo parece haber cambiando y ahora son las “utilities” y los productos básicos de consumo los que pueden hacerlo ahora.
El DAX hizo un mínimo en 11.078 y cerró en 11.307. Vamos a considerar que este brusco movimiento al alza es un simple rebote. Sólo si el DAX fuese capaz de superar el 11.870, mantendremos una predisposición bajista.
Los bancos rebotaron y el IBEX, también. Mientras se mantenga por debajo de 9.120, mantendremos una predisposición bajista.