Los ministros de petróleo del G20 celebrarán una reunión de emergencia esta semana para tratar únicamente la problemática del petróleo.
Arabia Saudita y la Agencia Internacional de Energía intentan apoyar a una industria gravemente afectada por la pandemia de coronavirus, con millones de empleos en peligro y amenazando la estabilidad de la economía global, Fatih Birol, jefe de la AIE, dijo al Financial Times que: “las conversaciones del viernes tenían como objetivo encontrar una manera de proteger los mercados de energía durante la crisis”.
Es la primera vez que el G20 se reúne específicamente para abordar los problemas de energía, lo que demuestra la profunda preocupación que existe sobre este tema. "Hay una enorme sobrecarga estructural de suministro en los mercados petroleros causada por la crisis del coronavirus", dijo Birol. “Está llegando a un nivel en el que tendrá implicaciones significativas para la estabilidad de la economía global y millones de trabajadores empleados en la industria del petróleo y el gas”.
La tarea principal del G20 es proporcionar y mantener la estabilidad financiera y económica de los mercados mundiales. La demanda mundial de petróleo ha disminuido en más de una cuarta parte a medida que países de todo el mundo han interrumpido los vuelos e impuesto bloqueos en sus fronteras en un esfuerzo por combatir la propagación del coronavirus.
Esto ha provocado una caída de la demanda de petróleo que asimismo ha causado una bajada en los precios que amenaza con paralizar una industria global.
El crudo Brent alcanzó un mínimo de 18 años de 20 dólares por barril la semana pasada, antes de recuperarse a más de 30 dólares con la esperanza de que los productores lleguen a un acuerdo.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidió a Arabia Saudita y Rusia que encontraran una forma de reducir la producción de petróleo en al menos 10 millones de barriles por día, pidiéndoles que cesen la guerra de precios que comenzaron el mes pasado.
Ambos países, que habían colaborado previamente a través del llamado grupo Opec +, se reunirán mañana jueves, pero aún están en desacuerdo.
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Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP y titular de la presidencia rotativa del G20, ha sido presionada por Washington en los últimos días. La caída de los precios del petróleo amenaza el futuro de la industria del petróleo de esquisto estadounidense y Trump amenazó con aranceles sobre las ventas de petróleo de Riad si no reducen su producción.
El secretario de energía de Estados Unidos, Dan Brouillette, indicó que su país se uniría a la reunión del G20 y dijo en un comunicado el lunes que había hablado con el ministro de energía saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, "sobre los desafíos actuales y la inestabilidad en los mercados mundiales de petróleo". “El Secretario reiteró que lo que comenzó como una disputa entre Arabia Saudita y Rusia tiene implicaciones importantes para Estados Unidos y el resto del mundo. Con ese fin, los dos ministros de energía acordaron continuar este diálogo a través de una reunión de ministros de energía del G20 en el futuro cercano”, dijo el comunicado.
Tanto Arabia Saudita como Rusia han insistido en que otros países, incluido Estados Unidos, el principal productor mundial de petróleo, también deben participar en los recortes.
Principales productores de petróleo (Dic 2019). Fuente Agencia Americana de la energía
El Kremlin subrayó el lunes que: “cualquier acuerdo requeriría la participación de países que no habían participado previamente en ningún recorte coordinado con la OPEP, refiriéndose claramente a Estados Unidos ", dijo Dimitry Peskov, portavoz del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“Putin no planeó ninguna discusión en un futuro cercano con Trump o el rey Salman de Arabia Saudita”, dijo Peskov, y había delegado a su ministro de energía cualquier consulta con las compañías petroleras rusas.
EEUU no ha dado indicios de que participará en los recortes de producción, pero se pronostica que su producción caerá debido al colapso de los precios.
Birol, ministro de energía de Turquía dijo que: “esperaba que los grandes productores de petróleo dentro del grupo G20, que incluyen Estados Unidos, Canadá, Arabia Saudita, Rusia y Brasil, consideren reducir la producción para abordar un exceso de oferta de al menos 25 millones de barriles por día.
La amenaza del desbordamiento de la capacidad de almacenamiento es cuestión de semanas y podría provocar el cierre forzado de los campos petrolíferos, lo que dañaría los depósitos y amenazaría el futuro a largo plazo de los suministros.
Birol, dijo que “el problema era demasiado grande para que Arabia Saudita y Rusia lo manejaran solos, argumentando que incluso si recortaran 10 millones de barriles por día, o aproximadamente el 10 por ciento de la demanda global antes de la crisis, el mercado aún estaría tan sobre abastecido que los precios continuarían cayendo.
Birol, también comentó que "Veía que había un consenso creciente de que el G20 es el foro para abordar este problema".
Muchos siguen siendo escépticos sobre el hecho de que se puede llegar a un acuerdo en la reunión, que se celebra el Viernes Santo, un día festivo en muchos países del G20. Muchos miembros del G20, incluidos Japón y Corea del Sur, producen muy poco petróleo, por lo que pueden tener pocos incentivos para ver el aumento de los precios a medida que se acerca la recesión.
Arabia Saudita ha pedido que una gran cantidad de países productores de petróleo occidentales cooperen en frenos de producción. Noruega y Alberta, la provincia productora de petróleo más grande de Canadá, dijeron que participarían en la reunión de la OPEP. Arabia Saudita ha aumentado su producción de petróleo en más del 20% en el último mes y dice que ahora está produciendo más de 12 millones de barriles diarios. La producción rusa es más de 11 millones de barriles diarios.
Otros, como el Reino Unido, China e India producen petróleo, pero dependen más de las importaciones. Energy Aspects, una consultora, estima que: “a lo sumo los recortes podrían llegar a ser de 6.000 a 7.000 millones de barriles por día, mucho menos de lo necesario para evitar que la industria se vea abrumada por el suministro".
La demanda de crudo ha caído en aproximadamente un tercio debido a bajada de la demanda a consecuencia de la pandemia de coronavirus, la mayor caída en la historia, con la pérdida de más de 30 millones de barriles diarios de demanda global, lo que amenaza la estabilidad energética mundial.
El Financial Times también informó el sábado de que funcionarios estadounidenses y canadienses habían discutido la imposición de aranceles a las importaciones de petróleo saudí a Norteamérica para presionar a Arabia a abandonar su guerra de precios.
Trump dijo hace unos días que haría "lo que sea que tenga que hacer" para proteger a la industria estadounidense, que enfrenta la posibilidad de despidos masivos y cierres de producción, especialmente en el sector local de esquisto bituminoso”. También ha insinuado que la ayuda militar de Estados Unidos a Arabia Saudita podría estar en juego, lo que refleja la profundidad del cisma con uno de sus aliados más cercanos en el Medio Oriente.
Cuando Arabia Saudita, Rusia y los exportadores aliados detuvieron los suministros en 2016, elevaron los precios del petróleo y llevaron a los productores estadounidenses a invertir para aumentar su producción a 13 millones de barriles por día, la mayor cantidad en el mundo.
Un ejecutivo de energía de esquisto con estrechos vínculos con el presidente Trump, dijo que “los productores estadounidenses en el pasado ya habían tenido que realizar grandes esfuerzos económicos y que actualmente ya estaban asumiendo parte de la carga de reducir la producción de petróleo crudo”.
La producción de los Estados Unidos hasta ahora no ha sido recortada. Hamm dijo que: “Continental y otras compañías estadounidenses ahora se ven obligadas a hacer recortes profundos a medida que los tanques de almacenamiento se llenan ante una caída histórica en la demanda debido a la pandemia de coronavirus. "Todos aquí están reduciendo la producción". “En las últimas semanas, una refinería propiedad de CVR Energy había enviado un aviso a Continental para recortar inmediatamente el 25% de su producción en Oklahoma”, agregó Hamm.
Jackie Forrest, directora senior del Instituto de Investigación de Energía Arc de Calgary dijo que “Los productores canadienses dicen que los recortes son inevitables ya que a medida que disminuya la demanda de combustible de EEUU, las refinerías del Medio Oeste que se abastecen aproximadamente en un 70% de las exportaciones de petróleo de Canadá, pronto se reducirán y los suministros de crudo agotarán el almacenamiento disponible”.
Los proyectos petrolíferos del norte de Alberta (Canadá), donde se extrae casi la mitad del petróleo canadiense, requieren enormes inversiones de capital, pero producen de manera constante durante décadas con costos operativos relativamente bajos. Los precios actuales del petróleo son lo suficientemente altos como para mantener la producción y lo que sería costoso es cerrar y reiniciar.
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