Los datos de empleo del mes de junio fueron sólidos, pero, a pesar de ello, la evolución del coste horario de la mano de obra fue decepcionante.
En su comparecencia tras la celebración de la última reunión del FOMC, Powell telegrafió un recorte de tipos en el mes de julio, pero no lo ligó a ningún dato concreto. Por este motivo, los participantes en el mercado consideran que los datos de empleo del mes de junio no son suficientes para evitar que la FED reduzca el tipo de interés de los fondos federales en el mes de julio.
La rentabilidad de las notas del Tesoro de los EEUU a 10 años reaccionó con alzas del 4,6% a los datos de empleo y cerró en 2,041%. El rebote podría continuar a corto plazo hasta la zona de 2,15%.
El euro, que ya se había girado a la baja frente al dólar el pasado 1 de julio, acentuó sus pérdidas tras la publicación de los datos de empleo. Su tendencia sigue siendo bajista frente al dólar y lo más probable es que vuelva a dirigirse a la zona de mínimos, 1.11.
El oro desplegó una onda a la baja, onda que forma parte de la fase correctiva iniciada el pasado 26 de junio. Vamos a considerar como escenario más probable que la cotización del oro siga cayendo a corto plazo y que se dirija a la zona de los 1.350.
El S&P 500 reaccionó con descensos a los datos de empleo de junio, marcó un mínimo en 2.968, y desde ese nivel rebotó y consiguió cerrar lejos de la zona de mínimos, en 2.990.
El VIX se giró a la baja antes de llegar a la primera resistencia de la zona 15.
El sector de la tecnología consiguió recuperar en su totalidad todo lo perdido a la apertura.
El sector bancario reaccionó con subidas a los datos de empleo. Y el sector de consumo cíclico consiguió un nuevo máximo.
El sector farmacéutico fue el que experimentó mayores descensos en la sesión del viernes.
En mi opinión, lo más probable es que el S&P 500 haya iniciado el pasado 3 de julio un movimiento lateral dentro de la tendencia alcista y, por el momento, parece que no ha concluido, motivo por el cual es probable que aún falte por desplegar una onda a la baja.
Ahora bien, mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 2.940, consideraremos que la tendencia alcista de corto plazo aún continúa vigente.
El DAX consiguió superar la resistencia de la zona 12.400, llegó hasta el 12.663 y seguidamente ha iniciado el desarrollo de una nueva onda a la baja. En principio, vamos a considerar que el tramo a la baja desplegado el 6 de julio es un tramo dentro de una fase correctiva que va a probar la fortaleza de la antigua resistencia superada, 12.400.
Por lo tanto, mientras el DAX se mantenga por encima de 12.350, mantendremos una predisposición alcista.
El IBEX superó el 9.340 el pasado 3 de julio y el viernes volvió de nuevo a esa zona. Por el momento, vamos a considerar que no estamos ante una escapada en falso. Y lo consideraremos en tanto en cuanto se mantenga por encima de 9.250.