El incremento del déficit público y la decisión de la Fed de reducir su balance han provocado una fuerte reducción de la liquidez del sistema financiero estadounidense. Esa situación se agravó porque el lunes se tuvo que efectuar el pago de impuestos al Tesoro de EEUU, además del pago de las compras de bonos del Gobierno de EEUU efecuadas en las subastas.
En la sesión matinal de este martes en EEUU el tipo de interés de los fondos federales llegó a marcar el 8%. Ese nivel se encuentra muy por encima del rango establecido por la Fed para el tipo de interés de los fondos federales, del 2% al 2,25%.
En el mercado interbancario hubo la sensación de que la Fed había perdido el control del tipo de interés de los fondos federales. Incluso, podemos decir que hubo un pánico de liquidez.
Por ese motivo, por vez primera en más de una década, el banco central estadounidense tuvo que tomar medidas drásticas para rebajar el nivel que había alcanzado el tipo de interés de los fondos federales.
La Fed ha inyectado 53.000 millones de dólares en el sistema financiero mediante “acuerdos de recompra-repo”. Si bien la Fed no reveló cuántos bancos participaron en la operación, es seguro decir que fue un número considerable.
Probablemente deberá seguir inyectando liquidez en los próximos días. La cuestión es que si el mercado siguiera necesitando esta cantidad de liquidez, la Fed podría verse obligado a poner en marcha un nuevo QE. Sólo de pensar en esa posibilidad, Trump se contentaba.
Si bien es cierto que el brusco aumento del tipo de interés de los fondos federales se puede justificar por razones técnicas, no podemos descartar que haya “algo más” detrás de unos movimientos tan alocados.
Mañana miércoles concluye la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). El mercado ha descontado que aprobará un recorte de 25 puntos básicos en el tipo de interés de los fondos federales. Este recorte podría favorecer un aumento de la liquidez.
El S&P 500 continuó dentro de la fase correctiva, pero cerró con ligeras alzas. No perforó durante la sesión el soporte de la zona 2.889. La perforación de ese nivel nos avisaría del desarrollo de una onda a la baja.
Por lo que hace referencia al NASDAQ 100, respetó el soporte de los 7.833. La perforación de ese nivel sería el aviso del desarrollo de una nueva onda la baja.
El DAX Xetra respetó el 12.300, pero sigue dentro de una fase correctiva. La perforación del 12.300 acentuaría las presiones bajistas.
El IBEX 35 rebotó en el 8.976. Mientras se mantenga por encima de 9.050, consideraremos como escenario más probable que despliegue una nueva onda a la baja.