La cotización de Iberdrola frena el imponente impulso alcista de corto plazo iniciado desde los mínimos anuales establecidos en los 8,586 euros por acción, y que le ha llevado a revalorizarse más de un 20%, a la altura de la directriz decreciente secundaria o de medio plazo que se inició desde los 12,098 euros por acción, área que es la parte alta de un amplio canal decreciente, así como aproximación a su media móvil simple de 200 periodos o de largo plazo, cuya pendiente se mantiene en negativo.
Al mismo tiempo, el oscilador MACD en escala diaria alcanza zonas de máximos previos de medio plazo, cotas en las que la probabilidad de asistir a un ajuste, ya sea éste en tiempo o en forma, aumenta de manera considerable, lo que podría desarrollar un proceso de consolidación que ponga a prueba la viabilidad de zonas de relevancia técnica en los últimos meses como la zona comprendida en torno a los 9,82 / 9,77 euros por acción.
A su vez, de producirse dicho movimiento, además de lograr normalizar parcialmente lecturas de ciertos excesos alcistas en el oscilador MACD, la cotización de Iberdrola comenzaría a desarrollar un mínimo creciente de mayor fiabilidad, que le permita construir la base para un nuevo impulso a las resistencias anteriormente citadas, cuya superación habilitaría a la cotización de Iberdrola a actualizar objetivos alcistas rumbo a los 10,87 euros por acción.
Iberdrola en gráfico diario con rango de amplitud promedio (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior)