Durante el mes de agosto el S&P 500 se ha limitado a moverse lateralmente, negociando volúmenes relativamente bajos. Vamos a considerar como escenario más probable que siga dentro de esa fase correctiva durante las próximas semanas.
Valores líderes como Microsoft han entrado en una fase correctiva dentro de una tendencia alcista.
Es probable que en el mes de septiembre se acentúen las presiones bajistas porque a mediados de mes se paralizarán temporalente la compras realizadas en el marco de los programas de recompra. Por lo tanto, resulta probable que el S&P 500 despliegue una nueva onda a la baja dentro de esa gran fase correctiva en la que parece hallarse actualmente.
En este sentido es preciso tener en cuenta que si comparamos la pautas desplegadas por el S&P 500 y el Value Line Geometric se observa con claridad que son muy pocos los valores los que están sujetando al S&P 500. Es decir, la mayor parte de los valores no se encuentra en una tendencia alcista.
Desde un punto de vista gráfico, la imposibilidad de superar en su quinto intento la resistencia de la zona 2.950 hace muy probable que el S&P 500 pruebe el primer soporte situado en torno 2.885. La perforación de ese nivel nos avisaría del desarrollo de un significativo tramo a la baja.
El NASDAQ 100 tampoco pudo en su cuarto intento con la resistencia de la zona 7.770. La perforación del 7.600 aceleraría las presiones bajistas.
La pérdida del 1,102 por parte del “euro/dólar” es un signo de gran debilidad. Y ha abierto la puerta a significativas caídas.
Este movimiento del "euro/dólar" ha favorecido la superación de la resistencia de la zona 11.850 por parte del DAX. Mientras el DAX se mantenga por encima de 11.850 vamos a considerar como escenario más probable que el DAX se dirija hacia la siguiente zona de resistencia situado en torno a los 12.100.
El IBEX 35 no fue capaz de superar su zona de resistencia, se mostró relativamente más débil que el DAX. Mientras se mantenga por encima de 8.750, podemos mantener una predisposición ligeramente alcista.
Los bancos centrales se han dado cuenta de que algo ha cambiado. Los ciudadanos saben que la ultra expansiva política monetaria no funciona. Sólo ha provocado burbujas, en las bolsas y en los bonos, pero no se han atacado las causas de los problemas reales.
El fallo de los planes de relajación cuantitativa evidencia que no es necesario seguir insistiendo en esta política y que ha llegado el momento de adoptar otro tipo de medidas, probablemente de orden fiscal, ya que es imposible que los políticos y los poderes económicos se pongan de acuerdo para solucionar la verdadera causa de los problemas.
Con tipos de interés negativos el coste de oportunidad de mantener oro es nulo y permite disponer de un activo real frente a los “papelitos” emitidos a lo loco por los gobiernos. La tendencia del oro es alcista, si bien a corto plazo es probable que haya iniciado una corrección que lleve su cotización a la zona de soporte de los 1.450.
Hay una luz de esperanza para el crecimiento económico global. El impulso crediticio global está mejorando. El chino lo ha hecho ligeramente pero el de EEUU ha experimentado un fuerte crecimiento.
La mejora del impulso crediticio global se anticipa de 9 a 12 meses a la mejora de la economía real. Por lo tanto, es probable que la economía global experimente una recuperación hacia el segundo trimestre de 2020, antes de la celebración de las elecciones en EEUU.