Los ciudadanos empiezan a darse cuenta de que los banqueros centrales han perdido el control de la economía.
Ahora bien, los inversores particulares saben que lo único que pueden hacer los banqueros centrales es que las bolsas suban.
Los inversores partculares confian en que Powell no dejará que las bolsas caigan, y se han lanzado en masa a comprar valores del S&P 500 y a operar en opciones. El retroceso del pasado 11 de junio trae su causa en un exceso de confianza de estos inversores particulares y con este retroceso pretenden barrerlos de sus posiciones largas.
El IBEX ha perforado todos los soportes significativos con brusquedad. Por lo tanto, debemos considerar que lo más probable es que siga cayendo.
Es cierto que se muestra más debil que el DAX.
Ahora bien, si nos fijamos en los mínimos marcados hasta el momento en que esribimos este comentario podemos observar que han conseguido frenarlo en los 7.050.
Como podemos ver en el gráfico horario del IBEX 35 que recogemos a continuación, es una zona que funcionó como soporte a finales de mayo y sirvió de base para el despliegue de la última onda al alza.
Tambien podemos ver que actuó como resistencia el pasado 30 de abril. Y si nos remontamos más atrás, también actuó como resistencia a comienzos de marzo y en el mes de abril.
Esta zona se encuentra ligeramente por encima de un nivel que representa un retroceso del 0,618 del tramo al alza que comenzó el 14 de mayo y concluyó el 8 de junio.
Por lo tanto, es una zona de soporte significativa. Es probable que intenten frenar la caída en torno a ella porque de ser perforada el escenario más probable sería la vuelta a la zona de mínimos.
Como primera resistencia significativa nos vamos a fijar en el 7.400.
Mientras el IBEX permanezca de bajo de 7.400, predisposición bajista. Ahora bien, la superación de ese nivel nos avisaría del despliegue de un nuevo tramo al alza.