Los analistas de Credit Suisse apuntan que las tasas de demanda global van a permanecer por debajo del 65% hasta 2025, debido en gran medida al menor apetito de acero inoxidable en el mercado chino.
Entre otras razones, los expertos del banco suizo consideran que la diferencia de precios del acero inoxidable fabricado en Europa y el producido en China se está ampliando, además apuntan que la aparición del "níquel-arrabio" es un "disruptor estructural" y la valoración a la que cotizan los principales productos es menos atractiva respecto a las empresas especializadas en el acero al carbono, también conocido como acero de construcción.
Credit Suisse explica en el informe publicado este lunes que prefiere las existencias de acero al carbono de la UE sobre el acero inoxidable dada la relativa falta de voluntad del sector del acero inoxidable de reducir su capacidad de producción y su carácter de ciclo tardío. Los analistan creen que tanto la valoración como los fundamentos del mercado del acero inoxidable parecen ser peores que los del acero al carbono.
Credit Suisse arranca su cobertura de Aperam dejando su recomendación en "mantener", ya que le ve un balance más sólido que al resto de competidoras del sector y además ofrece la posibilidad de lograr mejores retornos, mientras que de Acerinox destacan su calidad operativa y su exposición a EEUU.
Pese a ello también dejan su consejo en "mantener" y sitúan su precio objetivo en los 9,2 euros por acción, lo que supone un potencial a la baja del 5,8% desde sus precios actuales en los 9,75 euros por acción.
El consenso de los analistas de Reuters sitúa el precio objetivo medio en los 10,66 euros por acción, lo que le da un posible recorrido al alza a las acciones del 8,95% y cuenta con recomendación de compra. Hasta doce firmas apuestan por comprar y siete por mantener. La recomendación de Credit Suisse es la tercera más pesimista ahora mismo sobre las acciones de Acerinox, sólo superada por otras dos que dejan su valoración en los 8,25 euros y en los 8,5 euros.
En el caso de la finlandesa Outokumpu, Credit Suisse sitúa su recomendación en "infraponderar", al afirmar que cuenta con debilidades como su apalancamiento operativo y financiero.