Un 17,5% del territorio rural español está expuesto al mismo tiempo a despoblación y aridez

Foto: © Shutterstock. Juan Enrique del Barrio

El 28% del territorio rural español está expuesto a altas tasas de despoblación, el 45% a problemas de aridez, y el 17,5% a ambos problemas a la vez, según el estudio La España desertificada, del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), a cargo de los investigadores Cara Maeztu, Gerard Pocull, Esteve Corbera y Sergio Villamayor-Tomas, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB).

Dicho 17,5% se reduce al 11,5% en las zonas rurales accesibles (con una baja densidad poblacional y usos de la tierra mayoritariamente agrícolas, pero conectadas con centros urbanos) y aumenta al 23,3% en las zonas rurales remotas (con una baja densidad poblacional, usos de la tierra agrícolas y desconectadas de centros urbanos). 

Ante esta realidad, existen diversos factores de mitigación de la despoblación, como el desarrollo de la agroindustria y de las energías renovables, el turismo rural y ambiental, la inmigración, la disponibilidad de vivienda, la oferta cultural y de entretenimiento rural, y la conectividad con las zonas urbanas. Sin embargo, algunos de estos factores pueden acarrear efectos no deseados, tanto de tipo social como ambiental, muestra este estudio.

Por ejemplo, el desarrollo agroindustrial conlleva la concentración de explotaciones y de servicios agrícolas, lo que dificulta que jóvenes agricultores e inmigrantes tengan acceso a la tierra. De un modo similar, la intensificación agropecuaria puede contribuir a la erosión de los suelos, a la sobreexplotación y a la contaminación de los recursos hídricos, aumentando así el riesgo de aridez y disminuyendo la resiliencia del territorio al cambio climático.