El llamado Artículo IV para España nos trae un panorama y recomendaciones futuras sobre la situación económica de España. Pero del último informe de propuestas sobre lo que debe hacer nuestro país destaca sobre todo la llamada a subir impuestos que nos llega desde el FMI.
Para el Fondo Monetario Internacional España ya ha salido de la profunda recesión en términos de empleo provocado por la pandemia. Y espera que los niveles de producción se recuperen para finales de 2022. Y a corto plazo, sin olvidar a largo los Next Generation UE, el desafío, dice, de la política es continuar brindando apoyo pandémico específico mientras se facilita la reasignación de recursos y una transformación hacia una economía más verde e inclusiva
Y ahí entra en juego la necesidad de corregir el efecto dejado en nuestras cuentas por la ingente cantidad de deuda pública y de déficit, mientras se ha podido elevar gracias a que no existen ya que se mantienen congeladas, las reglas fiscales de la Unión Europea. De hecho, el FMI destaca que España debería reducir sus actuales niveles de deuda pública para responder a futuros shocks.
A su juicio, la fórmula para llevarlo a efecto es elevar la recaudación por IVA y elevar los impuestos ambientales, sin olvidar, señala el texto, la introducción de reformas tributarias que deben acompañarse de transferencias sociales dirigidas a mitigar el impacto en los hogares vulnerables. Pero no pone en valor que el Impuesto Sobre el Valor Añadido, y su incremento afecta en mayor medida a aquellos que menos tienen. Es un impuesto que no discrimina porque encarece todos los productos y bienes de consumo con un porcentaje de distinta cuantía.
Además, en el caso de los impuestos ambientales, el primero sería gravar los carburantes. Un efecto también de doble imposición. Primero la subida del precio del crudo y sus derivados que ya pagamos a precio de oro. La gasolina presenta ya un máximo histórico, con precios que no se recordaban desde hace más de nueve años, desde septiembre de 2012. Y que se encarece por sexta semana consecutiva. La muestra: llenar un depósito de 55 litrosnos cuenta 87 euros, 22 euros más que hace un año, con un incremento del 26% frente a las mismas fechas del pasado año.
En lo que no se equivoca el FMI es en que deuda y déficit están elevándose a niveles que hay que atajar. Los últimos datos del Banco de España elevan, a cierre de 2021 la cuantía de la deuda, hasta en 82.000 millones, pero su peso relativo baja sobre el PIB hasta colocarse en el 118,7% en esa ratio deuda /PIB, por debajo de las previsiones del Gobierno, pero con la friolera de 1,42 millones de euros en el conjunto de las administraciones públicas.
En el caso del déficit, las cifras más recientes, colocan el desequilibrio conjunto de Administración Central, Seguridad Social y CCAA en el 4,61% del PIB a cierre de noviembre del pasado ejercicio. La cifra 55.477 millones de euros en el acumulado de los 11 primeros meses de 2021. Y se ve corregida principalmente, por el récord histórico de recaudación de ingresos fiscales del pasado año superando los 223.300 millones, con un incremento del 15% y alcanzando niveles prepandemia.
A pesar de ello, desde el FMI consideran que la relación en España entre impuestos y PIB es relativamente baja en comparación con los países de nuestro entorno, sin entrar en más detalles.