¿Señales de un nuevo amanecer en Japón?

Los datos del tercer trimestre mostraron, sorprendentemente, que la economía se había contraído por primera vez en un año. Los altos costos de importación habían dejado su huella en la actividad comercial, sin mencionar el gasto de los consumidores. Los precios han seguido subiendo en Japón, lo que desalienta a las personas a sacar sus billeteras cuando se puede evitar. Además, la productividad en la manufactura en noviembre se desaceleró al ritmo más rápido en dos años.

El informe económico de noviembre del gobierno argumentó que se estaba produciendo una leve recuperación, pero advirtió sobre una desaceleración económica mundial. Un aspecto positivo fue que la demanda de equipos de fabricación de semiconductores y maquinaria de transporte invitaba al optimismo.

Para tener una mejor idea de hacia dónde se dirige la economía japonesa, echemos un vistazo más de cerca de los últimos datos y cifras, especialmente en lo relacionado con la moneda del país y el comercio de divisas.

Los datos del tercer trimestre mostraron, sorprendentemente, que la economía se había contraído por primera vez en un año. Los altos costos de importación habían dejado su huella en la actividad comercial, sin mencionar el gasto de los consumidores. Los precios han seguido subiendo en Japón, lo que desalienta a las personas a sacar sus billeteras cuando se puede evitar. Además, la productividad en la manufactura en noviembre se desaceleró al ritmo más rápido en dos años.

El informe económico de noviembre del gobierno argumentó que se estaba produciendo una leve recuperación, pero advirtió sobre una desaceleración económica mundial. Un aspecto positivo fue que la demanda de equipos de fabricación de semiconductores y maquinaria de transporte invitaba al optimismo.

Para tener una mejor idea de hacia dónde se dirige la economía japonesa, echemos un vistazo más de cerca de los últimos datos y cifras, especialmente en lo relacionado con la moneda del país y el comercio de divisas.

Un bote salvavidas para el yen

Hasta la última semana de octubre, el yen japonés cayó a 151,94 frente al dólar estadounidense, lo que no había sucedido en 32 años. Los funcionarios japoneses tomaron el asunto en sus propias manos el 21 y 24 de octubre, gastando 42.800 millones de dólares en compras de yenes destinadas a respaldar la divisa. El efecto de la primera intervención fue un debilitamiento de siete yenes del dólar frente a la moneda japonesa. Después del segundo, el USD cayó otros cinco yenes frente a su rival. “El gran gasto en intervención ha demostrado ser efectivo hasta cierto punto”, dijo Daisaku Veno de Mitsubishi VFJ Morgan Stanley Securities.

Sin embargo, lo que siguió fue una renovada presión a la baja sobre el yen, en parte debido al hecho de que las esperanzas de una política monetaria más flexible de la Fed se habían desvanecido en medio de una inflación obstinada. El BOJ, por su parte, no mostró signos de querer subir las tasas de interés a niveles normales. Por un lado, la política oficial de bajos tipos de interés mantenía débil al yen, pero, por otro, el gobierno intervino para darle apoyo directo.

Estímulo

Los ciudadanos japoneses necesitaban ayuda para hacer frente al aumento de los costos, por lo que el gobierno anunció a finales de octubre que gastaría 200.000 millones de dólares en un paquete de estímulo. El dinero se destinaría a reducir las facturas de electricidad en un 20% entre enero y septiembre del próximo año, así como a los subsidios a la gasolina y a entregar cupones especiales para las familias que cuidan a los recién nacidos. “Decidimos apuntar directamente a los precios de la energía, que son los principales factores detrás del reciente aumento de la inflación”, explicó el primer ministro Fumio Kishida. Los funcionarios esperaban que el paquete le diera al PIB una ventaja del 4,6%.

No obstante, se oyeron algunas voces críticas, como la de Takahide Kiuchi del Instituto de Investigación Nomura."La extraordinaria relajación monetaria del Banco de Japón y el gasto fiscal expansivo del gobierno crean una combinación de políticas que erosiona la confianza del mercado en el yen, sugirió Kiuchi, lo que podría tener un efecto en el comercio de divisas.


Pensando en el futuro

En septiembre, los casos domésticos de Covid en Japón estaban disminuyendo y, por lo tanto, la demanda recibió un impulso. El primer ministro se dio cuenta de la oportunidad de capitalizar la oportunidad para el turismo, que se hizo más dulce por estar el yen en su punto más bajo. Japón comenzó a eliminar las restricciones que obstaculizaban a los visitantes extranjeros, dejando ir, por un lado, la cuota diaria de llegadas extranjeras. “El anuncio de que se levantarán las restricciones al turismo extranjero a partir de octubre debería ayudar a respaldar mayores niveles de actividad económica en todo Japón”, afirmó Joe Hayes de S&P Global Market Intelligence.

Naoki Tamura, del BOJ, dijo en diciembre que el paquete de estímulo del gobierno debería revisarse y ajustarse cuando sea necesario. La política monetaria podría cambiar “pronto o algo más tarde”, y esto dependería de los resultados de las negociaciones salariales en la próxima primavera. Tamura también sugirió que el BOJ debería adoptar un enfoque flexible para su objetivo de inflación del 2%, ya que podría ser demasiado alto para que lo maneje Japón, y que el 1,8% podría ser suficiente.

Si le interesan los pares de divisas que contienen el yen, como el USD/JPY, esté atento a los posibles cambios en la política oficial y a las opiniones de los analistas sobre lo que sucederá con el reemplazo del gobernador del banco central en abril. Los desafíos a los que se enfrenta el BOJ son complejos y no existe “una varita mágica” para hacerlos desaparecer,nos recuerda Toyoaki Nakamura.