Repsol
perdió 1.227 millones de euros en 2015 tras realizar provisiones de 2.957 millones para cubrir el deterioro de activos provocado el desplome de los precios del petróleo. Además, la compañía se ha visto arrojada a tomar medidas adicionales. En este sentido, Repsol ha anunciado que recortará el dividendo de este año un 20%. Entre el dividendo a cuenta que ya pagó en enero y el que pagará tras la junta, desembolsará una retribución total de 0,766 euros por acción con cargo de las cuentas de 2015, un 20% menos que los 0,96 euros de dividendo ordinario que pagó con cargo a 2014
(excluyendo el dividendo extraordinario que repartió tras la indemnización recibida por la expropiación de YPF). Consecuentemente, la rentabilidad por dividendo de Repsol ha descendido del 11% al 8,35%, aunque sigue siendo la mejor del Ibex 35.
DATOS FINANCIEROS
Este recorte del dividendo es una medida a camino entre tener contentos a los mayores accionistas de Repsol y también a las agencias de rating, que amenazan con quitarle el grado de inversión, lo que sería un grandísimo problema para la compañía porque supondría costes adicionales a la hora de financiarsey la pérdida de importantes accionistas, como los fondos de inversión que tienen como mandato invertir en empresas con grado de inversión.
Los dos grandes inversores de Repsol, Sacyr (9,529%) y Caixabank (12,97%) serán los más perjudicados por el recorte de retribución de Repsol, puesto que verán recortado la liquidez que percibían por su inversión, pues ambos accionistas cobraban el dividendo en efectivo. Así pues, Sacyr ingresó 117 millones en dividendos de la petrolera a cuenta de sus resultados de 2014, mientras que Caixabank recibió 186. Con recorte del 20% de la retribución, Sacyr recibirá este ejercicio 109 millones y Caixabank, 149 millones.
Además, recordemos que Sacyr está financiando su crédito ligado a la participación de Repsol con el dividendo que le aporta la petrolera en efectivo, pero el valor actual de la participación en Repsol es inferior al planteado en la refinanciación de dicho crédito. Por ello, la casa de análisis N+1 considera que la constructora tendrá que aportar garantías adicionales por valor de 175 millones. Sin embargo, Pilar de Aragón, directora de Relación con Inversores de Sacyr, afirma que “aunque Repsol reduzca el dividendo, seguiremos cubriendo de sobra la deuda”.
Caixabank, por su parte, tiene pignorado el 2,5% del capital de Repsol en un bono que vence el 22 de noviembre de este año. El problema para la entidad es que el precio mínimo de canje de los bonos por cada acción de Repsol quedó fijado en 18,25 euros, y el precio máximo en 22,81 euros. Hoy Repsol cotiza casi a la mitad de ese precio.
En este sentido, entre las explicaciones que parece que han calmado los ánimos de los inversores está la afirmación de Josu Jon Imaz de que el recorte del dividendo sólo se aplicará este año y que los próximos serán valorados uno a uno.
MAYORES ACCIONISTAS DE REPSOL
Pero si los precios del petróleo siguen presionados a la baja y se mantienen durante un periodo de tiempo prolongado por debajo de los 50 dólares que Repsol contemplaba en su escenario ácido, la compañía podría verse obligada a llevar a cabo más medidas. Entre ellas podrían estar la reducción de su participación en Gas Natural y una ampliación de capital.
La segunda opción sería propinar otro golpe a los mayores accionistas, pues redundaría en su dilución. En cambio, la venta de un paquete de Gas Natural, según publica Expansión, ya contaría con el visto bueno de los grandes inversores. En este sentido, los expertos de Bankinter consideran que Repsol podría evitar una rebaja del rating vendiendo entre un 10-15% de Gas Natural, del 30% que tiene actualmente. Este paquete estaría valorado en unos 1.600 millones de euros. El dinero ayudaría a reducir los 13.000 millones de deuda netaque tiene Repsoly convencería, probablemente, a las agencias de rating. Precisamente en la conference call de hoy Imaz ha destacado estas dos metas como prioritarias para la compañía. José Lizán, gestor de SICAVs de Auriga SV, comenta que “a corto plazo, a no ser que le aprieten las agencias de calificación, veo complicado que venda parte de su inversión en Gas Natural hasta ver cómo evoluciona el precio del petróleo en el conjunto de 2016. Es muy pronto tomar que el petróleo en 30 dólares como escenario base para el resto del año. Lo normal sería que subiera a 40-45 dólares”. Además, recortar su inversión en la gasista supondrá también recibir un menor dividendo. Recordemos que en 2015 Repsol percibió 274 millones por los dividendos de Gas Natural.
Entre tanto, Repsol continúa con su plan de desinversiones en activos no estratégicos. De hecho, hoy mismo ha comunicado la venta del negocio eólico offshore de UK a SDIC Power por 238 millones de euros.
También seguirá recortando gastos, por ejemplo, de personal. Recordemos que prevé despedir a 1.500 empleados hasta 2018. Entre tanto, Josu Jon Imaz, quien se convirtió en abril en el primer ejecutivo del grupo, percibió un sueldo de 2,9 millones de euros en 2015, un 43,7% más que los 2 millones del 2014, mientras que Brufau recibió cobró 2,94 millones de euros el pasado año, un 22,9% menos que el ejercicio anterior.
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