El trabajo de ser un "Trader" es decir un inversor activo es muy atractivo, pero casi siempre ficticio, puesto que para ser un inversor activo sostenible en el tiempo, debemos tener un patrimonio mínimo, unos conocimientos mínimos y un patrimonio mínimo, y los millennials no tienen seguramente ninguna de estas 3 cosas.
Con las últimas caídas en bolsa, todos estos Traders, que en muchas ocasiones no han diversificado y están comprando y vendiendo criptomonedas de forma apalancada ( a crédito), literalmente han acabado con sus sueños. Muchos de estos jóvenes "jornaleros de la bolsa" se han apuntado a un carro que no ha parado de subir en los últimos 3 años y lo han hecho por campañas muy agresivas de determinados Brokers que parece decir ¿Qué haces trabajando para otro cuando puedes trabajar para ti?
Grupos de Telegram, Televendedores de YouTube e Instagram o campañas agresivas en televisión, han logrado que millones de jóvenes se hayan metido en este mundo sin experiencia y en un producto que recordemos tiene una volatilidad anual del 70%.
Del criptoinvierno al criptocrash, es de lo que más se habla estos días en las redes sociales. Y todo a cuenta de la visita del mayor momento montaña rusa en negativo vivido por el colectivo de las criptomonedas, un aviso a navegantes de un mercado, en el que muchos se han metido a ciegas, por mera especulación y con la idea de hacerse ricos en la menor cantidad de tiempo posible. Ahí, a pesar de los pesares, es donde revive Bitcoin, con el primero de la lista.
En especial colectivos como los de los más jóvenes, que han apostado por las criptodivisas y que han visto en lo que ha pasado con Luna y Terra como el primer gran aviso a navegantes sobre lo en serio que hay que tomarse las inversiones y que, salvo en el caso de apostar como en el casino, conocer y saber cómo operar con criptomonedas es lo primero que ha de plantearse alguien para entrar en un mercado, el que sea.
La confianza con mayúsculas es lo que ha fallado en este caso, porque las ventas a pánico eran las que se veían este pasado jueves, con un Bitcoin que llegó a tocar los 26.292 dólares, en su mayor caída de los últimos 16 meses. Ríanse ustedes de la montaña rusa más alta y rápida del mundo que baja a 206 kilómetros hora en 3,5 segundos llamada Kingda Ka y por si tienen curiosidad está en el parque Six Flags Great Adventure en Jackson, Nueva Jersey, en Estados Unidos. Nada comparado con las pendientes que ha bajado estos días el mercado de criptoactivos global.
Y es que si hablamos de tormenta perfecta es la que ha azotado estos días al mercado cripto en su conjunto y la más grande, Bitcoin, llegando a perder hasta 83.000 millones de su valor en cuestión de horas. De momento recupera su décima plaza como valor capitalizado en el mundo.
En esa tormenta perfecta no ha faltado ninguno de los actores presentes en los mercados financieros tradicionales: inflación, tipos y la FED, miedo a la recesión, tensiones geoestratégicas al alza a cuenta de Rusia, precios de las materias primas disparados y el Covid floreciente en China.
Y a esto se suma como indicamos el episodio de Luna y Terra perdiendo el 99% de su valor e indicando los peligros que pueden llegar a presentar algunas criptomonedas y el miedo contagioso de quien vende ante las fuertes pérdidas, en modo pánico. Y después durante el fin de semana con avances del 30% y pérdidas posteriores, que superan el 43%.
Tendremos que esperar para ver cómo reacciona más allá de lo inmediato las manos fuertes y las ballenas, fundamentales para sustentar este mercado tan punzante en estos momentos. El índice del miedo y la codicia ha llegado a bajar a niveles de 10 en miedo extremo, y veremos cómo sigue evolucionando.
De momento este es el panorama para Bitcoin con sus números en la mano: vemos que Bitcoin se recupera con caídas eso sí importantes del 13,8% en la última semana y que rozan ya el 26% en el último mes. En seis meses pierde el 54% de su valor y en la cota anual las caídas alcanzan el 36,6%.
Lo que ahora mismo está claro es que en ese universo blockchain en el que se mueven las criptomonedas que no paran de crearse, algunas serán viables y mejores en un horizonte más cercano que lejano y otras morirán por su propio peso, como estamos viendo ahora mismo. Un reciclaje necesario que el mundo de las finanzas descentralizadas, DeFi y los NFT, los tokens no fungibles deben tomarse en serio, así como los inversores como aviso de lo que puede ocurrir. Igual que en los mercados financieros no todas las inversiones son adecuadas en cualquier momento, en este caso hay que distinguir el grano de la paja y saber elegir con conocimiento y asesoramiento, para salvaguardar nuestro dinero. Conocer es poder siempre, y, aun así, eso no nos garantiza nunca que ganemos dinero.
Ahora les toca esperar, porque aunque las cripto están aquí para quedarse, hay que pensar que de las más de 10.000 criptomonedas que existen, tan solo unas pocas acabarán siendo utilizadas masivamente por su tecnología y por ende su cotización cómo producto de inversión. Y desde luego pensar que una cosa es invertir y otra querer vivir de ello, con 3.000 euros de inversión, sin experiencia y sin formación, eso no es posible.
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