Al reducir los tipos de depósito negativos que deben pagar los principales bancos europeos, que actúan casi como un impuesto, y al cambiar el programa TLTRO, que en realidad es una subvención para muchos bancos débiles (TLTRO), el BCE podría estar intentando fomentar la transferencia del exceso de reservas del núcleo de Europa a la periferia a través del sistema bancario. El mecanismo relanzaría el mercado de préstamos interbancarios o, más probablemente, fomentaría la consolidación del sector, especialmente entre entidades de diferentes países, a un mayor ritmo que el que hemos visto hasta ahora.
En estos momentos, el BCE aplica un tipo de interés fijo negativo a los depósitos bancarios. Dado que los bancos alemanes y franceses son los que tienen el mayor exceso de reservas que pueden mantener en depósito, la existencia de una tasa negativa fija negativa es lo que más les perjudica. El beneficio para los bancos periféricos y los más pequeños debería ser menor, ya que tienen menos reservas excedentarias depositadas en el BCE, y el tipo de depósito negativo sobre el exceso de reservas de los bancos centrales tiene un impacto negativo directo en la rentabilidad. Por ejemplo, los bancos alemanes tienen alrededor de 600.000 millones de euros de exceso de reservas depositadas en el BCE y a -40 puntos básicos esto les "cuesta" unos 2.400 millones de euros en beneficios "perdidos".
El experto de Aberdeen pone en contexto que, el sistema bancario alemán obtuvo unos beneficios de unos 12.000 millones de euros en 2017. Una tasa de depósito escalonada proporcionaría algún alivio si la tasa de exceso de depósitos pasase de -40bps a 0bps, aumentando automáticamente el poder de beneficios de los principales bancos europeos y dejándolos en una mejor posición financiera para que consideren participar en la consolidación transfronteriza. A los bancos alemanes y franceses podrían darles motor suficiente para estimular la consolidación transfronteriza.
Al mismo tiempo, hay una gran cantidad de bancos europeos pequeños y periféricos que siguen dependiendo del programa de financiación a largo plazo del BCE (TLTRO). Al cambiar los términos de ese programa (TLTRO-III), el BCE está intentando retirar parte del apoyo. El objetivo sería exponer a un número suficiente de ellos para permitir algunas fusiones y adquisiciones sin quitarles tanto apoyo como para crear una contracción del crédito.
Esta consolidación ayudaría al BCE a alcanzar su objetivo, perseguido desde hace tiempo, de aumentar la integración financiera y transferir el exceso de rentabilidad desde el núcleo a la periferia. Si las políticas se desarrollan como hemos descrito aquí, gran parte de las fusiones y adquisiciones iniciales se realizarían dentro de un mismo país, pero podrían dar lugar fácilmente a fusiones transfronterizas de mayor envergadura, algo que el BCE desea ver.
Los mercados crediticios no se ven afectados por lo que el BCE ha dicho sobre Las tasas de depósitos escalonadas, y considero que ello se debe a que la mayoría de las personas se centran en las señales macroeconómicas que se envían y no en estos impactos de segundo y tercer orden. Mario Draghi ha mencionado algunos grandes indicios sobre el futuro y el momento de pensar en lo que ello podría significar a un nivel más granular es ahora.