En diciembre, la actividad de las empresas españolas volvió a expandirse, alcanzando en el índice compuesto de gestores de compra (PMI) los 50,4 puntos, en comparación con los 49,8 del mes anterior. Esta expansión fue impulsada por el sector servicios, que registró un PMI de 51,5 puntos, su nivel más alto desde julio. Por otro lado, el PMI manufacturero continuó mostrando contracción, aunque a una tasa más lenta, con una lectura de 46,2 puntos en diciembre.
Según el economista jefe de Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia, el Índice PMI Compuesto indica que el PIB de España mantendrá su trayectoria de crecimiento en el cuarto trimestre. Destacó la resiliencia del sector servicios español, que está trazando su propio rumbo en contraste con la debilidad económica de Europa en general. A pesar del moderado estado de ánimo en el sector manufacturero y el desempeño mediocre del sector servicios en otras partes de la zona euro, las empresas españolas continúan en una trayectoria de expansión.
De acuerdo con De la Rubia, el crecimiento del sector servicios en diciembre puede atribuirse a dos factores clave. En primer lugar, el compromiso del nuevo Gobierno de España de ampliar las medidas de apoyo a los hogares. En segundo lugar, las cálidas temperaturas de las últimas semanas han inspirado a los residentes de España a ir a las playas, lo que ha llevado a un aumento del gasto.
Las empresas españolas de servicios informaron del mayor aumento desde junio de los volúmenes de nuevos pedidos en diciembre. Sin embargo, este repunte se centró principalmente en la economía nacional, ya que los nuevos pedidos procedentes del extranjero continuaron disminuyendo.
El crecimiento del empleo en el sector servicios en diciembre fue el más fuerte desde junio, extendiendo la secuencia de expansión a quince meses. Sin embargo, esto estuvo acompañado de un aumento de los costes salariales y los gastos operativos, lo que indica que las empresas están invirtiendo en personal y recursos.
A pesar de las mejoras en la actividad y los pedidos, el sector manufacturero sigue enfrentando desafíos, aunque a un ritmo más lento. Los costes generales de los insumos aumentaron a un ritmo históricamente fuerte, a pesar de la baja inflación. Sin embargo, las empresas españolas siguen aumentando sus tarifas al ritmo más fuerte desde mayo.