El Corredor Sudoeste Ibérico, entendido como una conexión ferroviaria entre Madrid-Lisboa, sigue sin ser una realidad en 2024. Algo incomprensible e inadmisible para todos los presentes en el ‘VIII Foro del Corredor Sudoeste Ibérico’, celebrado este lunes 6 de mayo en Madrid. “Resulta inadmisible que Madrid y Lisboa no estén conectadas por Castilla-La Mancha y Extremadura, cuando no es una mera conexión, sino también una gran transformación en la conectividad entre los dos países con gran impacto económico y social”, señala la presidenta de la Junta de Extremadura María Guardiola, para reivindicar la creación de este corredor para 2030.
Una fecha que, sin embargo, no parece contemplar el Comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico José Antonio Sebastián Ruiz, quien dio una fecha estimada para la finalización del proyecto: 2035. “Veo muy difícil conectar Madrid Lisboa en 2030 por los tiempos que nos hemos dado, que hemos dejado caducar. Pero existe el compromiso, en el que estamos trabajando, para que esto sea así”, señala el Comisionado, para asegurar que en 2027 estará lista la licitación de obra para terminar de completar la electrificación de la línea entre las dos capitales.
Se trata de una realidad que se lleva esperando más de 20 años y que parece alargarse en el tiempo. “No vamos a permitir más retrasos”, asevera Guardiola, poniendo la atención en el momento coyuntural que está viviendo Europa, pues las próximas elecciones al Parlamento Europeo están cerca. Además de esto, hay que tener en cuenta la aprobación del nuevo Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte, que incluye unos instrumentos legales para presionar a los gobiernos de España y Portugal para la ejecución de la línea ferroviaria. Todo ello ofrece un escenario perfecto que hay que aprovechar para hacer realidad este Corredor Sudoeste Ibérico.
Un proyecto que cuenta con el respaldo de las más de 32.000 entidades y particulares que han firmado el ‘Manifiesto al impulso del Corredor Sudoeste Ibérico’, entre las que se encuentra CEIM (Confederación Empresarial de Madrid). Su presidente, Miguel Garrido, durante su intervención en el VIII Foro, ha destacado el retroceso en las reivindicaciones: “Hace siete meses estábamos en esta misma tribuna y había un compromiso de que esté lista la infraestructura en 2030. Y en siete meses no se ha avanzado, sino que nos hemos retrasado dos años”. Y es que, siendo optimista, una de las fechas que se maneja, sin tener en cuenta la del Comisionado, es 2032 para la finalización del Corredor. De ahí que sea imperioso “exigir, no solo reclamar, que se cumplan los plazos”, apremia Garrido.
Desarrollo económico y social
La construcción de esta línea ferroviaria de alta velocidad, que permitirá un mayor movimiento de pasajeros y mercancías, se va ejecutando, pero a paso lento. En 2003, España y Portugal adquirieron el compromiso entre ellos, y la UE comenzó a financiar estas obras. Aunque ya son muchos los kilómetros que se están ejecutando, todavía queda mucho por hacer. De ahí que se pida a los principales responsables, gobiernos y Comisión Europea, que “prioricen en el presupuesto dotar de una partida que permita completar la red ferroviaria”, como bien apunta el secretario general de la Cámara de Comercio de España, Adolfo Díaz Ambrona.
Cabe recordar que la construcción de esta línea no solo mejorará la posición de nuestro país en cuanto a infraestructura, sino que tendrá un enorme potencial transformador para todo el territorio. Por ello es importante, y así lo deja claro el portavoz de la plataforma luso-española Corredor Sudoeste Ibérico en RED, Antonio García Salas “el alineamiento de instituciones públicas, empresas y de la sociedad en general para que esto sea posible”. Un espacio cuya conexión hasta ahora se realiza por carretera o avión, medios altamente contaminantes. “El avión llegó a su límite en marzo del pasado año”, resalta García Salas, instando a los responsables a “tomar decisiones ya”.
Compromiso político y social
El ‘VIII Foro del Corredor Sudoeste Ibérico’ es un evento de trascendental importancia y que aborda la imperiosa necesidad de conectar ambas capitales a través de una red ferroviaria eficiente. Por ello, se han reunido representantes políticos de las distintas comunidades autónomas por las que esta línea pasa, así como representación empresarial y social. “Os habéis convertido en un altavoz importantísimo para muchas reivindicaciones”, manifiesta Guardiola, pues esta creación “trasciende fronteras”.
Este foro se ha convertido en un auténtico faro de esperanza para la conectividad y el desarrollo económico en el sudoeste ibérico, por lo que está en la mano de todos “apoyar el futuro” que empieza por la finalización de todos los tramos que unirán ambas capitales. “Hay que trabajar, con ganas de sumar, intentando que la UE ejerza el papel de implementación. Que la propia UE pueda decidir cuáles son las infraestructuras que se consideran prioritarias”, relata el alcalde de Badajoz Ignacio Gragera, invitando a los responsables europeos a que intervengan todavía más en este proyecto. Algo que, según el europarlamentario y candidato al parlamento europeo por el PP, Pablo Arias, “se está haciendo”.
Conexión directa Madrid-Lisboa
La petición de un tren directo entre Madrid y Lisboa no es de hace un par de años, sino que se está reivindicando desde 2017, como bien recuerda García Salas. Desde entonces, se han ido marcando unos objetivos. Este 2024 está marcado por dos metas temporales que son exigidas por la UE: que en 2027 esté completamente electrificada la línea entre Madrid y Lisboa, algo que no ocurrirá como ha señalado el Comisionado; y que en 2030 debe estar toda la línea transformada en alta velocidad como lo exige a todos los tramos calificados como de red básica de la RTE-T, y que cuenta con dos fechas: una más optimista en 2032 y una ‘más oficial’ en 2035.
Una hoja de ruta que se ha dilatado en el tiempo. Aunque esa conexión directa entre ambas capitales es posible “con la infraestructura actual. Se tienen que sentar los gobiernos ya y darle solución”, pide García Salas. Actualmente, se puede hacer el trayecto en tren, pero el viaje es de 9 horas y dos escalas. Según el Comisionado, uno de los preceptos de la implementación es que antes del 2027, ambas capitales estén conectadas “en seis horas, sea cual sea el modelo de tren”.