El pasado miércoles el gobierno holandés anunció medidas que sitúan a los Países Bajos en amplia alineación con los objetivos de Estados Unidos de socavar la capacidad de China para fabricar chips de vanguardia. Sin embargo, ASML Holdings y sus clientes chinos aún no saben exactamente cómo afectará a sus negocios.
La mayor tecnológica europea por capitalización bursátil, cerró 2022 con el 14% de sus ventas en China y ha vendido equipos de litografía de chips por valor de más de 8.000 millones de euros (8.460 millones de dólares) en el país durante la última década. Las empresas que compran sus máquinas suscriben acuerdos de servicio con ASML para el mantenimiento continuo. El segmento de "base instalada" aportó alrededor del 25% de los ingresos mundiales de ASML en 2022.
Las máquinas -que cuestan decenas de millones de euros cada una y realizan un paso esencial en la creación de los circuitos de los chips- requieren piezas únicas y un mantenimiento constante para seguir funcionando.
Los analistas y la propia empresa afirman que la falta de claridad del gobierno holandés pesará sobre las perspectivas de la empresa. Entre las principales cuestiones que se plantean figuran los posibles límites al mantenimiento y los modelos que quedarán sujetos a las restricciones.
La propia ASML ha reiterado, por ahora, su previsión para 2023 de ventas planas en China de unos 2.200 millones de euros. Esta cifra se compara con un crecimiento global de los ingresos del 25%, lo que ilustra el probable impacto de las restricciones.
De momento la compañía está esperando más información al respecto. El analista de ING, Marc Hesselink, calculó que las nuevas normas holandesas posiblemente podrían afectar a productos que representan el 10% de las ventas mundiales de ASML. Sin embargo, se trataría del peor de los casos y es probable que el impacto sea menor.
Esto se debe a que entre los clientes de ASML en China se encuentran los fabricantes de chips surcoreanos SK Hynix y Samsung Electronics, a los que probablemente se concederán licencias, así como empresas nacionales chinas como el fabricante de chips lógicos SMIC y el fabricante de chips de memoria YMTC, que se enfrentan a restricciones de exportación estadounidenses y podrían no serlo. La ministra holandesa de comercio, Liesje Schreinemacher, dijo ayer que Holanda concederá licencias caso por caso y no seguirán instrucciones de Washington.
Hesselink, de ING, predijo que la mayoría de los fabricantes de chips chinos optarán ahora por centrarse en el "trailing edge" o producción de chips con tecnología ligeramente más antigua. Los chinos pueden tener ahí una ventaja competitiva, y las ventas de ASML en China podrían incluso crecer modestamente.
En cualquier caso, ASML prosperará fuera de China a largo plazo a medida que los fabricantes de chips de todo el mundo amplíen su capacidad, afirmó. "La demanda de máquinas ASML no se verá afectada, simplemente se desplazará a otra región", afirmó.
Aun con la incertidumbre, y las caídas de más del 2% que experimenta la compañía en la bolsa hoy, el valor sube más del 13% desde comienzos del ejercicio y los analistas creen que sigue ofreciendo potencial a los precios actuales. El consenso de Reuters estima que el precio objetivo de la compañía podría estar en los 715,25 euros en los próximos doce meses, lo que deja el potencial en más del 25% sobre los precios actuales.
De los 32 analistas que cubren actualmente el valor, 26 optan por recomendar la compra o fuerte compra del valor frente a cinco que se mantienen en terreno neutral.