Los dos bancos centrales más importantes del mundo no estarán sincronizados en un futuro próximo, ya que la guerra en Ucrania tiene efectos muy diferentes en sus economías, dijo el lunes la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
La Reserva Federal de Estados Unidos subió los tipos de interés la semana pasada y apuntó a una serie de nuevas subidas, apenas unos días después de que el BCE dijera que no tenía prisa por subir su tipo de depósitos, que está en mínimos históricos, aunque siga deshaciendo su programa de estímulos extraordinarios.
"Nuestras dos economías están en un lugar diferente en el ciclo económico, incluso antes de la guerra en Ucrania", dijo Lagarde en una conferencia financiera. "Por razones geográficas, Europa está mucho más expuesta (a la guerra) que Estados Unidos".
El aumento de los costes de la energía ya ha llevado la inflación de la zona euro a un récord del 5,9% el mes pasado y la tasa podría alcanzar el 7% en los próximos meses, muy por encima del objetivo del 2% del BCE.
Con la previsión de que los precios de los alimentos también se disparen, el aumento de la inflación recortará profundamente el poder adquisitivo de los hogares, y el BCE ha recortado sus previsiones de crecimiento. De hecho, algunos dirigentes del banco sostienen que ya es más probable una evolución aún peor.
Lagarde dijo que la economía estadounidense depende menos que la europea de las importaciones de materias primas y su comercio también se verá menos afectado, por lo que los dos bancos centrales tendrán que desacompasarse.
"Nuestras políticas monetarias no llevarán exactamente el mismo ritmo", dijo.
Como consecuencia de la guerra, Europa tendrá que acelerar la ecologización de su economía para reducir su dependencia energética de Rusia, su mayor proveedor de gas natural.
Esta transición será inflacionaria a corto y medio plazo, advirtió Lagarde, aunque el impacto a largo plazo de la transición será un peso sobre los precios.
"A corto y medio plazo, será de naturaleza inflacionista. Mientras que a largo plazo, las fuerzas sobre los precios serán más bien deflacionarias, dijo.