Según el experto, este 3,7% “es suficiente para que ACS adquiera liquidez y pueda flexibilizar su situación”.
“El descuento con el que se ha hecho podría afectar a Iberdrola en el corto plazo, aunque no la descolocará en el largo, ni tampoco a ACS”.
Después del castigo fuerte que ha recibido Repsol por sus accionistas tras la expropiación de YPF, “se puede considerar que ya tienen descontada la salida de YPF por lo que, para quien pueda asimilar una volatilidad del 30%, puede jugarlo, pero siempre poniendo stop loss no superior al el 2-3%”.
Declaraciones a Radio Intereconomía