La tasa de inflación de la zona euro se ubicó en febrero en el 2,6% interanual, descendiendo respecto al 2,8% del mes anterior, según Eurostat. Esta disminución se debió a la caída de los precios de la energía en un 3,7%, mientras que los alimentos frescos aumentaron un 2,1%, y los servicios se mantuvieron en un 4%. Por otro lado, el incremento de los bienes industriales no energéticos se ralentizó al 1,6%.
Al considerar el impacto de la energía, la tasa de inflación fue del 3,3%, reduciéndose al 3,1% al excluir también alimentos, alcohol y tabaco. En los países de la Unión Europea, Letonia, Dinamarca e Italia registraron tasas más bajas, mientras que Rumanía, Croacia y Estonia tuvieron las más altas.
En España, la tasa de inflación fue del 2,9% en febrero, disminuyendo respecto a enero. Por otro lado, en Alemania la inflación se mantuvo en el 2,7%, en tanto que Francia registró un 3,2% y en Italia los precios subieron un 0,8%.