El universo de la DME es una mezcla de: deuda en moneda fuerte (normalmente USD) y deuda local (denominada en la divisa de cada país), así como deuda emitida tanto por empresas (deuda corporativa en diversas divisas) como la emitida por países, llamada deuda soberana.
La DME tiene un gran potencial en la diversificación de carteras, puede ayudar a mejora de la rentabilidad con una volatilidad razonable, parecido al High Yield americano.
Sin embargo, sigue habiendo algo de desconocimiento o mitos, que inquietan y generan nerviosismo entre los inversores, sobre todo en aquellos que no cuentan con adecuada información o que su perfil no es el adecuado para estas inversiones.
Mitos sobre la deuda emergente:
- La deuda de mercados emergentes (DME) siempre genera rentabilidades negativas cuando la Fed sube tipos de interés
- La DME es de menor calidad que la deuda de mercados desarrollados
- Invertir en DME conlleva asumir mucho riesgo de divisa
- DME es un universo de inversión homogéneo
- Invertir en DME representa asumir elevada exposición a materias primas
Mito 1 La DME siempre genera rentabilidades negativas cuando la Fed sube tipos de interés
Si bien en el pasado las políticas monetarias restrictivas de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) coincidía con/causaba periodos negativos para la DME, esto no era estrictamente una relación causal.
La DME tuvo rentabilidades negativas de doble dígito durante el ciclo de restricción monetaria de 1994-95, y también durante el “tapering” de 2013, cuando la Fed marcó el final de su política cuantitativa de flexibilización monetaria y que tomó al mercado por sorpresa. Sin embargo, en el periodo de endurecimiento monetario de 1999-00 y 2004-06 la DME alcanzó rentabilidades positivas de doble dígito.
Por el lado fundamental, diversas estimaciones (incluyendo la del FMI) consideran que el crecimiento de estas economías continúa siendo robusto, en torno a 250 puntos básicos superior al de economías desarrolladas. También las economías emergentes están financieramente más saludables de lo que eran en la década de los 90s, cuando la mayoría de ellas se financiaba en dólares. Actualmente el 83% de la deuda que emiten lo hacen en su propia monea. Lo mismo en términos corporativos, con una mejora en su perfil financiero.
Mito 2 La DME es de menor calidad que la deuda de los mercados desarrollados
Dos tercios del índice JP Morgan Corporate Emerging Market Bond tienen la calificación de grado de inversión o investment grade. La mayoría de las reglas de calificadoras no permiten que un bono tenga mejor calificación (aunque lo merezca) que su bono soberano (es decir, que la deuda del país de origen). En el tercio restante del índice con menor grado de inversión encontramos a emisiones con mejor calidad crediticia que la de mercados desarrollados, porque la limitación anterior.
Pongamos un ejemplo, los bonos HY americanos tienen en promedio un ratio de deuda neta cercano a 7,2 veces, en comparación a 3,2 veces del mercado HY emergente. Por tanto, no debería sorprender que la tasa de incumplimiento (o default) de la deuda HY emergentes sea similar o inferior a la del HY de Estados Unidos o europea.
Mito 3 Invertir en DME conlleva asumir mucho riesgo de divisa
Como comentamos anteriormente, la mayoría de los mercados emergentes emiten deuda en su moneda local desde hace varios años. Han diversificado y expandido sus emisiones. Actualmente tienen un porcentaje importante de deuda en su divisa, reduciendo así la alta dependencia a dólares como en el siglo pasado. De echo, el 83% de los 16,5 trillones de dólares de DME en el mercado está denominado en moneda local. Así, vemos que la deuda en moneda extranjera como porcentaje del ingreso nacional bruto de estos países ha bajado sustancialmente. Pero también cabe comentar, que dentro del universo emergente hay países y empresas con altos ingresos en dólares debido a su alto nivel de exportaciones (como Filipinas, Corea y otros), lo que hace que tengan una cobertura natural a sus pasivos en dólares.
Mito 4 DME es un universo de inversión homogéneo
Ayudaría pensar en mercados emergentes como si fueran tres regiones diferentes: Asia, Europa central y del este, Oriente Medio y África conocido como CEEMEA, y Latinoamérica.
A su vez en cada una de estas regiones hay un sinnúmero de países con diferente grado de desarrollo y en etapas o ciclos económicos diferentes. Algunos con elecciones en este momento y otros con temas coyunturales diferentes. No es lo mismo hablar de Venezuela que hablar de Polonia, ¿no es verdad?
Mito 5 Invertir en DME representa asumir elevada exposición a materias
Si vemos las tres áreas geográficas que componen a los mercados emergentes de forma aislada, las exportaciones de materias primas son bajas, tanto como relación al PIB como porcentaje del total de exportaciones. De hecho, las exportaciones de productos básicos representan únicamente el 6% del total de las exportaciones de mercados emergentes por valor o el 3% del PIB, siendo Asia un importador neto.
Lo mismo es a nivel empresarial, donde el petróleo y gas y los metales y la minería son sectores que representan en torno al 25% de los índices.
CONCLUSIÓN: Los mercados emergentes ofrecen grandes alternativas de diversificación. En este caso hablamos de Deuda de Mercados Emergentes, pero también la renta variable ofrece muchas opciones atractivas de riesgo / rentabilidad. Hay que saber que estos mitos no son una realidad actual y si algunos de ellos en el pasado fueron una realidad, hoy ya no lo son. Hay diversos fondos para aprovecharse del potencial de esta región, que trataremos más adelante.