La sociedad se enfrenta a un periodo de inestabilidad global que ha provocado un encarecimiento de la vida que dificulta el día a día de todos: la subida de precio de la cesta de la compra o hacer frente a las hipotecas tras el aumento de los tipos de interés son un claro reflejo del sobrecoste al que se enfrentan muchos hogares españoles como consecuencia del crecimiento de la inflación.
En este contexto de incertidumbre, el sector financiero trata de buscar el equilibrio para proteger a los clientes y mantener al mismo tiempo la solvencia, es decir, contar con los recursos propios suficientes para poder asumir los riesgos que se derivan de su actividad para no poner en riesgo la estabilidad del sistema.España siempre se ha caracterizado por ofrecer créditos a precios muy competitivos (en los últimos 20 años los tipos medios han sido 79 puntos básicos más bajos que en la eurozona), lo que ha permitido el acceso al mercado hipotecario a muchos segmentos de la población. Y ahora los bancos de nuestro país tampoco están trasladando con tanta rapidez toda la subida de los tipos de interés al precio de los préstamos. Según datos del Banco de España correspondientes al mes de abril, el sector financiero español fue el cuarto más barato de Europa en créditos a familias y también a empresas. En este último caso, la media es del 3,9 % frente al 4,2% en la zona euro.
Estas son algunas cuestiones que permiten entender, en el contexto actual, el modo de actuar del sector financiero en este momento tan importante para el futuro de la economía.
¿Por qué suben tanto los tipos de interés?
Los tipos de interés los fijan los bancos centrales cuyo objetivo principal es combatir la inflación. Según los expertos, una inflación alta persistente es mucho más nociva para las empresas y las familias que un período de enfriamiento económico y por eso los bancos centrales (en Europa, el BCE) han sido tan contundentes con la subida actual. En el caso de los bancos comerciales, no solo no intervienen en las decisiones de política monetaria sino que han reducido sus márgenes para no trasladar toda la subida a los clientes.
¿Es cierto que los bancos ganan mucho cuando suben los tipos?
Un banco canaliza el dinero que depositan los ahorradores en sus cuentas hacia el crédito que le demandan aquellos que quieren invertir en vivienda, en bienes o en el desarrollo de sus negocios. Pese a lo que se puede pensar, la diferencia entre lo que paga por los depósitos y lo que cobra por los préstamos no representa realmente el margen de la entidad. Hay muchos factores que lo reducen, como los colchones de capital que hay que tener por regulación, los costes de personal, el mantenimiento de los canales de distribución, la comercialización y diseño de productos que hay que adaptar continuamente a las necesidades de los clientes, las provisiones para hacer frente a impagos, etc. De hecho, los márgenes de la banca son mucho menores que los de la mayoría de los demás sectores.
En un contexto de tipos negativos como el que hemos vivido en los últimos años es muy complicado que el negocio bancario sea rentable. Pero una subida rápida como la actual es difícil de digerir por empresas y familias y, por tanto, influye mucho en la demanda de crédito y en la capacidad de todos para hacer frente a las deudas. También a los bancos les cuesta más financiarse y les impide recuperar la rentabilidad que han perdido durante tantos años operando en tipos ultra bajos o incluso negativos. El beneficio en España de las entidades financieras continúa siendo un 23% inferior al que había antes de la crisis financiera.
¿Por qué los bancos no están remunerando los depósitos?
Los bancos tratan de dar el mejor servicio a sus clientes y ayudarles a tomar las mejores decisiones para rentabilizar sus ahorros. En el momento actual, se está viviendo una fuerte reducción de la demanda de crédito. Las empresas y familias se han visto muy afectadas por el aumento del coste de la vida y piden menos préstamos. Eso dificulta que los bancos puedan remunerar los depósitos de una manera atractiva. Sin embargo, están compitiendo mucho por ofrecer mejores rentabilidades en otros productosy asesorando a los clientes para que dirijan sus ahorros hacia alternativas más rentables. Los datos muestran que el volumen de los fondos de inversión y de deuda pública en manos de familias está en máximos históricos. También ha aumentado mucho la amortización anticipada de hipotecas. Por otro lado, no hay que olvidar que durante varios años con tipos negativos, en España no se cobró por los depósitos a los clientes minoristas, algo que sí se hizo en otros países de Europa.
¿Cómo ayudan los bancos a los clientes más vulnerables?
En España, se han puesto en marcha medidas para ayudar a los clientes que están en situación de vulnerabilidad. Un ejemplo es el Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios en dificultades. Por ejemplo, los clientes que tengan unos ingresos inferiores a 25.200 euros y cuenten con una hipoteca, podrán ampliar el plazo para pagar el crédito hasta 40 años y establecer una carencia de hasta 5 años a Euribor-0,10%. Otra de las medidas, para los hogares con ingresos entre 25.200 y 29.400 euros y en los que la cuota mensual de la hipoteca represente al menos el 30% de los ingresos, consiste en la congelación de las cuotas hasta 12 meses y alargar el plazo de amortización siete años.
Hay entidades que ganan mucho dinero, ¿no podrían destinar esos beneficios a remunerar los depósitos?
Como en todos los sectores, los beneficios tienen un destino específico. Prácticamente un tercio se destina a pagar impuestos, un tercio a retribuir a los accionistas -que son los dueños de la entidad y quienes arriesgan su dinero invirtiendo en ella- y el otro tercio restante se destina a acumular el capital necesario para poder seguir financiando a empresas y familias. Cuanto mejor estén los bancos, mejor pueden cumplir su función de dar crédito y sostener el crecimiento de la economía.
¿Puede sufrir la banca española algún episodio de turbulencias como las de algunos bancos regionales en EEUU o en Suiza, con Credit Suisse?
La banca española es muy solvente, está muy diversificada y tiene un modelo de negocio sólido y sencillo, centrado en cubrir las necesidades financieras de empresas y familias. Los bancos americanos afectados tuvieron un crecimiento desorbitado con una actividad concentrada en muy pocos clientes, una gestión muy deficiente y una supervisión mucho más débil de la que hay en Europa. El sector financiero español destaca en la gestión de los riesgos, es eficiente y rentable: tres variables clave para mantener la confianza de los clientes. Sin confianza, el negocio bancario es insostenible.
Como la reciente crisis en algunos bancos americanos ha demostrado, contar con un sistema bancario sólido y solventees decisivo a la hora de afrontar situaciones de inestabilidad. Por ello, las entidades, que también se ven afectadas por el escenario actual, deben mantener un equilibrio entre seguir disponiendo de liquidezycontinuar ofreciendo a los clientes alternativas de inversión.