En un discurso pronunciado en el 'Spain Investors Day', el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha reconocido que los datos más recientes apuntan a una desaceleración de la actividad en la eurozona al final de año, lo que confirma la posibilidad de recesión técnica en la segunda mitad de 2023.
Guindos ha destacado que la desaceleración de la actividad "parece ser generalizada", siendo la construcción y las manufacturas particularmente afectadas. Además, ha anticipado que los servicios también se debilitarán en los próximos meses como resultado de una actividad más débil en el resto de la economía.
Aunque el mercado laboral sigue siendo resistente, Guindos ha advertido que se aprecian los primeros signos de una corrección, con la disminución de los datos sobre horas trabajadas y las tasas de puestos vacantes. Esto sugiere que el ajuste del mercado laboral también podría afectar el número de puestos de trabajo.
En cuanto a los precios, Guindos ha advertido de una desaceleración del ritmo de desinflación en 2024, a pesar del repunte observado en la inflación en diciembre. También ha mencionado que las presiones salariales y las tensiones geopolíticas añaden incertidumbre sobre la trayectoria futura de la inflación.
El vicepresidente del BCE ha reiterado la importancia de garantizar un retorno oportuno y sostenible de la inflación a su objetivo de mediano plazo del 2%, y ha señalado que el nivel actual de los tipos de interés contribuirá sustancialmente a este retorno. Las decisiones futuras del BCE seguirán un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración de la restricción.