A falta de conocer las cifras oficiales, se estima que 2021 cierre con un crecimiento económico que ronde el 4,5%, según las úlimas estimaciones lanzadas por el Banco de España. Unas cifras que han quedado por debajo de las previsiones que lanzó el gobierno a comienzos de año, que estimaban un crecimiento del PIB del 9,5%. Anque el año 2021 ha terminado con buenos datos de empleo y la recaudación fiscal también fue muy positiva, el precio del gas y la inflación disparada probablemente se encarguen de frenar el crecimiento previsto.
¿Y para 2022? El gobierno mantiene las expectativas de un crecimiento del 7% mientras que la mayoría de instituciones hablan de un creicmiento del 5,5%. Gonzalo García, Secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa en Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital reconoce que este inicio de año, sobre todo con la experiencia de 2021, "no está exento de desafíos. Tenemos una situación sanitaira que nos recuerda que la pandemia no ha terminado todavía pero sobre todo que tenemos las condiciones y el punto de partida para que este esa una año de consolidación, recuperación ,creación de empleo y avances para que salgamos de esta situación dando un salto hacia adelante buscando un crecimiento más sostenible y de mayor calidad".
El gobierno está con la ejecución del Plan de Transformación, Ejecución y Resiliencia que es una gran oportunidad "y marca la diferencia respecto a la crisis anterior. Es la encarnación de una forma distinta de hacer las cosas en materia económica y es la que marcará las guías de la poítica económica".
García hace un repaso de lo que ha ocurrido en un ejercicio 2021 en el que ha habido una recuperación intensa de la econmía y el empleo, a niveles de febrero de 2020, y además "acelerándose hacia el último trimestre del año aun cuando ha aparecido nuevos elementos de riesgo para la recuperación, no sólo Ómicron sino restricciones por el lado de la oferta.". Esto coloca al país en una posición muy sólida para seguir avanzando en 2022.
Con confianza y centrados en la oportunidad de dar un salto adelante en la economía. Así parte el gobierno el inicio de 2022, algo que se conseguirá con un avance en materia fiscal.
Todo depende de la pandemia, de la evolución de la crisis de suministros, la evolución del consumo privado, la inflación y del buen uso que se haga de los fondos del Next Generation EU, que será otro condicionante de primer orden. García asegura que en 2022 llegarán 42.000 millones más precedentes de los fondos europeos Next Generation, que llegan para contribuir a los 19.000 del año pasado, ejecutados en su mayor parte. El impacto económico positivo dependerá tanto del ritmo de absorción, como del diseño y ejecución de los proyectos que se acometan y de las reformas estructurales que les acompañen. El Secretario de Estado de EConomía reconoce que "es un programa ambicioso, común de inversión que se financia con emisiones de deuda la UE, Eurobonos, que tienen el respaldo del presupuestos comunitario y que va destinado a reactivar la inversión - tanto pública como privada - acompañada de ajustes con unos ejes muy claros que son tranformación verde, transformación digital y hacerlo con un impulso a la cohesión social y territorial".
"Tenemos que concentrar todos los esfuerzos en impulsar la inversión en el primer período de ejecución del plan, 2021-2023, acompañarla de una intensa actividad de reforma estructural que viene fraguándose desde hace tres años y que ya hemos hecho valer ante la Comisión Europea". Unas inversiones de las que se beneficiarán tanto grandes como pequeñas empresas así como todos los sectores más activos. Desde el ministerio prevén alcanzar la velocidad de crucer en la ejecución de la parte que tiene que ver con la digitalización, van a lanzar próximamente la primera fase del kit digital - apoyo a las pymes para que den un salto en su digitalización - lo estamos haciendo también con la IA y con la conectividad a través del programa UNICO.
Por otro lado, el secretario de estado descartó que vayan a subir los tipos de interés este año o que vayan a tener lugar restricciones de compras de deuda pública. Todo, porque el año que viene estará corregida la inflación incipiente actual.
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