Es el coste de sanearse. FCC ha sufrido en sus propias cuentas el deterioro de su fondo de comercio y otros activos por importe de 469 millones de euros y provisiones excepcionales por 231 millones. Un deterioro que incluye el empeoramiento de los créditos a empresas filiales del área de construcción por 74 millones de euros y un impacto de 906 millones por la quiebra y desconsolidación de la austríaca Alpine, así como la venta del negocio de las renovables.
Muchas cifras para cuantificar unas pérdidas totales de 1506 millones de euros en 2013, las mayores de su historia. Y todo ello en un entorno en el que la cifra de negocio se redujo un 9.5% - hasta 6726 millones de euros – con un beneficio bruto de explotación que cayó un 12.2%, hasta los 719.9 millones.
Las cuentas están dando más de un disgusto a los inversores de la compañía, que ven cómo los títulos se desploman por encima del 7% hasta los 16.70 euros. ¿Y ahora? José Luis Cárpatos, analista independiente reconoce que “hace poco tuvimos un rebote desde los máximos de octubre y rompiendo al alza la directriz bajista desde los máximos de enero”. En los máximos de esa rotura “dejamos una carcasa invertida con volumen alto, muestra de interés vendedor que nos hace perforar los mínimos del mes”.
Situación de FCC