Este experto reconoce que se ha eliminado el escenario catastrófico “pero tampoco podemos olvidar que seguimos con la crisis de fondo, en España las circunstancias siguen siendo muy complejas, hay problemas muy graves que solucionar por delante y no es previsible que haya una euforia ni subidas desmedidas en los mercados.
Ahora Grecia tiene por delante un panorama muy negro, será complicado “que se puedan volver a tasas de crecimiento positivas, sobre todo si se mantiene la rigidez de las medidas de déficit de la Troika y en España sigue estando la posibilidad de que tenga que ser rescatada en los próximos meses”. Con este resultado electoral, el gobierno español gana tiempo “para convencer a los socios europeos de que lo está haciendo bien “y por lo tanto, la presión sigue ahí fuera, al igual que la posibilidad de tomar medidas más contundentes”.
En el aire está la posibilidad de hacer un programa de gasto que se financiará con deuda conjunta, propuesto por Hollande. Un bono “restringido y particular para llevar a cabo medidas que estimulen el crecimiento y que sólo supondría el 2% del PIB europeo. Pero es anticipar riqueza de próximas generaciones para dar la sensación de bonanza económica y luego hay que pagarlo”.En declaraciones a Radio intereconomía, González admite que “si eso generara crecimiento podría funcionar pero tenemos a Alemania que sigue enfocado a la austeridad y convergencia presupuestaria, por lo que será difícil”.
Este experto cree que “vamos hacia cierta flexibilización en el calendario de ajustes pero la filosofía es la germana y éstos no son muy flexibles en la forma de pensar. Lo están haciendo bien porque hay que frenar esta situación de abusos”, concluye.