El precio del aceite de oliva ha experimentado un importante incremento en el último mes, alcanzando niveles históricos y preocupando a los consumidores y agricultores. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio del aceite de oliva se ha incrementado un 67% respecto al mismo mes del año pasado, lo que representa la mayor subida interanual en 21 años.

El precio del aceite de oliva comenzó a experimentar un repunte en abril de 2021, con un incremento interanual del 2%. A partir de ese momento, el precio ha continuado su tendencia alcista durante 28 meses consecutivos, aumentando a tasas de dos dígitos. En septiembre de este año, el precio del aceite de oliva aumentó un 10,1% respecto al mes anterior.

Una de las principales razones que se señala como origen de este aumento en el precio del aceite de oliva es la sequía. Por segundo año consecutivo, la falta de agua ha afectado a la producción de olivas, lo que ha provocado una mala cosecha y no ha sido suficiente para satisfacer la demanda. Esta situación ha llevado a un encarecimiento significativo del producto.

A pesar del aumento de precios, el consumo de aceite de oliva se ha mantenido. Según el INE, el consumo medio por hogar en 2022 fue de 22,1 litros, la cifra más alta desde 2018. Sin embargo, esta cantidad está lejos de los 30,4 litros que se consumían en 2007, antes de la crisis financiera.

El gasto medio por hogar en aceite de oliva ha experimentado un incremento significativo en el último año. En 2022, el gasto medio alcanzó los 97,7 euros, mientras que en 2021 fue de 77,6 euros. Esto significa que los hogares gastaron una media de 20,1 euros más en aceite de oliva en comparación con el año anterior. Esta es la cifra más alta desde 2007.

En resumen, el precio del aceite de oliva ha registrado una subida histórica del 67% en septiembre, su mayor incremento en 21 años. La sequía y la falta de producción son las principales causas de este aumento de precios. A pesar de ello, el consumo de aceite de oliva se mantiene, aunque a niveles más bajos que antes de la crisis financiera. Además, el gasto medio por hogar en aceite de oliva ha aumentado en el último año.