El producto interior bruto (PIB) de la zona euro evita la entrada en recesión técnica, que implica dos trimestres consecutivos de caída de la actividad, después de que en el cuarto trimestre la economía se estancase, tras la contracción del 0,1% del tercer trimestre, según el dato preliminar publicado por Eurostat.
En el conjunto de la Unión Europea, la actividad también se paralizó en el cuarto trimestre, después de la contracción del 0,1% del tercer trimestre, evitando así también su entrada en recesión técnica.
En comparación con el cuarto trimestre de 2022, el PIB de la zona euro creció un 0,1%, mientras que el de los Veintisiete avanzó un 0,2%.
Entre los países de la eurozona, el mayor ritmo de crecimiento en el cuarto trimestre correspondió a Portugal, con un 0,8%, por delante de España, con un 0,6%, y de Bélgica y Letonia, ambos con un 0,4%. Por el contrario, la peor evolución en el trimestre final de 2023 se registró en Irlanda (-0,7%), así como en Alemania y Lituania (-0,3% en ambos casos).