El Parlamento británico ha votado hoy de forma mayoritaria en contra del acuerdo de salida del Brexit negociado por el equipo de la primera ministra, Theresa May, que ha sido rechazado por un total de solo 202 votos a favor, frente a 432 en contra, entre los que se incluían muchos votos de los miembros más beligerantes del partido Conservador que sustenta al propio Gobierno.
Aunque muy anticipada por medios y analistas, "la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ha encajado hoy una de las derrotas más dolorosas de su mandato al ver como finalmente sus esfuerzos por recabar apoyos para su acuerdo han caído en saco roto" reconocen los expertos de IG.
No sólo eso, la abultada victoria del no al acuerdo (230 votos de ventaja, más del doble de votos en contra que a favor) deja muy cuestionada la figura de la líder del ejecutivo británico. De hecho, líder de la oposición, Jeremy Corbyn ha hecho una dura crítica al Gobierno de May. Este pide al Gobierno aceptar que el Reino Unido permanecerá en la unión para siempre, que un Brexit sin opción de compra no es una opción y que los derechos de los ciudadanos de la UE serán aceptados. Además, Corbyn ha anunciado una moción de censura contra la primera ministra, Theresa May. Esta será debatida mañana.
Ahora, tras escenificar su rechazo al actual pacto con Bruselas para una salida amistosa, el Parlamento pasa a tomar las riendas del proceso y tendrá que decidir en los próximos tres días hábiles el plan de acción a seguir a partir de ahora.
¿Qué pasará ahora?
Además de la moción de confianza que podría derivar incluso en la convocatoria de elecciones generales, las opciones que podría plantear la Cámara de los Comunes van desde la convocatoria de un segundo referéndum sobre el Brexit, hasta decretar una salida “dura” de la Unión Europea, al considerar que el mejor acuerdo alcanzado no es lo suficientemente bueno para los intereses del país.
Sin embargo, estas opciones parece que se encuentran en un segundo plano en el momento actual.
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker ha expresado su "contrariedad" por el resultado de la votación e insistió en que el acuerdo rechazado por el Parlamento británico era "el compromiso más justo y posible". "La posibilidad de una retirada turbulenta del Reino Unido ha aumentado tras la votación", sentencia Juncker, en el momento de urgir a Londres a que "clarifique sus intenciones lo más pronto posible".