La cotización de la onza de oro ha alcanzado un hito importante este viernes al superar por primera vez en la sesión el umbral de los 3.200 dólares, marcando un nuevo máximo histórico. Este incremento se produce en un contexto de incertidumbre debido al impacto de la guerra arancelaria desatada por Donald Trump y su efecto adverso en el crecimiento económico.
La incertidumbre generada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países, especialmente China, ha llevado a los inversores a buscar refugio en activos considerados seguros, como el oro. La escalada en la disputa arancelaria ha aumentado la demanda de este metal precioso como un activo de reserva de valor en tiempos de volatilidad económica.
La evolución al alza del precio del oro también se atribuye a los esfuerzos de los bancos centrales, liderados por China, para diversificar sus reservas internacionales y reducir su dependencia del dólar estadounidense. Estos bancos han estado incrementando sus tenencias de oro como parte de una estrategia para mitigar riesgos y protegerse contra posibles fluctuaciones en otras monedas o activos financieros.
Según Paolo Zanghieri, economista sénior de Generali AM, "Las erráticas decisiones en los términos de intercambio han mermado el papel del dólar estadounidense y de los bonos del Tesoro de EE.UU. como refugio seguro". Esta declaración resalta la percepción de que el oro se ha convertido en una alternativa atractiva en un entorno de incertidumbre geopolítica y económica.
Desde el inicio del año, el precio del oro ha experimentado un aumento significativo, con una revalorización de más del 20%. Este rendimiento positivo ha consolidado la posición del oro como un activo atractivo para los inversores en un contexto de volatilidad y riesgos geopolíticos.