El IPC se sitúa en agosto en su tasa más baja desde junio de 2023

El Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantuvo estable en comparación con el mes anterior, pero disminuyó seis décimas en términos interanuales, situándose en el 2,2%, según las cifras publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra representa el nivel más bajo desde junio de 2023, cuando se registró un 1,9%.

El INE atribuye esta moderación del IPC al abaratamiento de los carburantes, cuyos precios aumentaron en agosto de 2023. Asimismo, el menor coste de los alimentos también contribuyó a esta tendencia, ya que durante este mes los precios han descendido más de lo que lo hicieron en el mismo período del año anterior.

Este descenso en la tasa interanual del IPC marca el tercer mes consecutivo de reducción, luego de los incrementos observados en marzo, abril y mayo, que llevaron la inflación a un pico del 3,6%.

El informe del INE también incluye una estimación de la inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos. En agosto, esta medida se moderó una décima, ubicándose en el 2,7%, su nivel más bajo desde enero de 2022 y cinco décimas por encima de la tasa general de inflación.

En términos mensuales, el IPC no experimentó variación en agosto en comparación con julio, lo que contrasta con la caída del 0,5% registrada en el mes anterior y el aumento del 0,5% observado en agosto de 2023.

El INE tiene previsto publicar los datos definitivos del IPC de agosto el próximo 12 de septiembre, lo que proporcionará una visión más detallada de la evolución de los precios al consumidor en el país.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha destacado que "estos buenos datos reflejan que son eficaces las medidas de política económica del Gobierno, porque permiten compatibilizar una de las mayores tasas de crecimiento de la zona euro con esta progresiva moderación de los precios y la recuperación del poder adquisitivo de los hogares".

En resumen, la moderación de la inflación en agosto, tanto en el IPC general como en la inflación subyacente, refleja una tendencia positiva que puede tener un impacto significativo en la economía española y en el bienestar de los hogares.